Capítulo 3

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Habían pasado ya las dos semanas, Uvita y yo somos el descontrol del país, no queríamos irnos ni movernos de esta hermosa ciudad,París.

Sin embargo teníamos que hacerlo ya que salíamos en noticieros que daban señal a nivel internacional eso implicaba que llegaría hasta nuestro hogar, mi madre siempre lloraba cada vez que le hablaba decía que debía volver y que George se preocupa por mi , no le creía en lo absoluto sabia que ella estaba pagando para que me buscara hasta debajo de las piedras, estábamos viajando a Londres , Uvita me había comentado sobre una de sus antiguas mejores amigas, que aun tenían contacto y que estaba en un internado de Londres , el plan era sacarla de ahi y traerla con nosotras. Aun la recuerdo en una de las fotos de Uvita, ya teníamos un plan era simplemente fácil y rápido, teníamos que disfrazarnos y entrar con cautela, no ser descubiertas. Gaby, amiga de Uvita ya sabia el plan y estaba en total acuerdo con nosotras.
Ya había aterrizado el avión, y cada una de nosotras bajamos nuestras maletas y pedimos un taxi para que pudiera llevarnos a nuestro destino, con los disfraces que un día compramos en París parecíamos delincuentes aunque lo fuéramos un poco, al hospedarnos decidimos bajar a comer un rico almuerzo ya que todo el viaje no comimos nada , después iríamos a ver a Gaby y la sacaríamos de ahi y nos fugaremos hacía Madrid.

—No comí nada en el viaje y parece como si no hubiese comido hace un siglo — dijo Uvita en medio de un bostezo—y tú ardilla comelona, ¿no tienes hambre?

— Obviamente si, mi única comida ha sido un vaso de agua ayer en la mañana — mire hacia el frente y mire como dos guapos chicos se acercaban poco a poco— oye Uva ya sabes,  indiferente — susurré y ella me vio extraño.

—¿Como están, hermosas? —dijo el castaño coqueteandole a Uvita, mientras el chico de cabello negro como el carbón, me lanzaba miradas picaras y traviesas.

—Vamos tenemos que irnos se nos hace tarde— me pare de la mesa en la que nos encontrábamos y tome a Uvita de la mano para levantarla.

—Cuidado preciosa no dañes a este precioso retoño— dijo aquel castaño que había agarrado la mano de Uvita con fuerza pero vi que no le lastimaba.

—Mira imbécil, o te alejas o te alejas — yo era una de esas personas a las cuales no podías molestar cuando estas sin comer.

—Wow tranquila chiquita no vamos a hacer nada malo, aquí mi amigo y yo solo queremos ser sus amigos— no me gusto para nada el cómo dijo " sus amigos", no me daba miedo, conozco a mucha gente peligrosa, pero ellos me generaron una gran inseguridad.

—Madi solo vamos se nos hace tarde — dijo Uvita dando vuelta a su mano haciendo que castaño la suelte.

—¿Y a donde van?—dijo el chico de cabello negro —digo, podemos llevarlas hasta allá— volvió a decir esta vez mas cerca de mi —¿Qué te parece? —Preguntó.

—Eso a ti no te importa ni te interesa — dijo Uvita  cogiendo mi mano —vámonos Madison, no podemos perder el tiempo con idiotas —me jalo hacia el ascensor y subimos al llegar a la habitación Uvita me vio frustrada — ¿los viste? —pregunto cogiéndome de los dos hombros.

—¿A quienes?—volví a preguntar, no sabia de lo que estaba hablado.

—¿Estas hablando enserio? Madi nos han estado siguiendo desde que fuimos a París y ahora están acá—dijo desesperada.

—¿Los hombres de negro? — asintió, era verdad y estaba comenzando a pensar que eran mandados por George.
—Mejor vamos de una vez a sacar a Gaby —tomó su abrigo y dinero y salio.

Salí detrás de Uvita y rentamos un auto, en el transcurso del camino íbamos repasando cada paso del plan, al llegar miramos como el internado estaba rodeado de guardias de seguridad, pero no habría problema saldríamos por el conducto de la basura de la cocina que daba hacia una parte desierta.

—¿Lista?  — le  pregunte.

—Lista— dijo Uvita agarrando mi mano .

La verdad estábamos nerviosas jamas habíamos hecho escapar a una interna del mejor internado del mundo solo me he escapado junto con Uvita pero de casa, jamas me habían internado y jamas lo van ha hacer, sobre mi cadáver.
 
—Buenas tardes, señorita ¿que se le ofrece —dijo una de las guardias que tenia un moño bajo y mantenía su postura recta.

— Buenas, vinimos a visitar a la señorita Gabriela —dije con seguridad.

—Gabriela Ramirez—dijo Uvita con una gran sonrisa.

—Pase-—nos abrió  la puerta — por aquí—nos hizo seguir , había un montón de mesas de cristal era hermoso pero era como una cárcel obviamente no se podia salir ni mucho menos ir de fiesta.

—Hola chicas— dijo Gaby mientras abrazaba a cada una.

Llevábamos una hora y ya estábamos listas para el plan, pero lo vi a él, estaba ahí con el traje de siempre, estaba hermoso ¿que estoy diciendo?  ¿el que hace aquí? el destino me la estaba jugando duro, mire como el volteoa mi dirección  entonces me agache  y pellisque la pierna de Uvita y esta se agacho por el dolor.

—¿Qué paso? —Dijo mi amiga sobando la parte afectada.

—Niñero—susurré.

—¿Qué?—dijo un poco confundida.

—Niñero—volví a susurrar.

—¿Qué? ay mira Maddy si no me vas a decir bien lo que me tienes que decir, entonces jodete — me dijo levantando su mirada pero volvió a bajar — George está aquí — dijo apresurada.

—Te lo dije— y comencé a jalar a Gaby —¿oye que hace ese chico aquí? —ella regreso la mirada hacia George y sonrió.

—Es George—dijo y suspiro.

—Ya se quien es mujer— replique con curiosidad.

—Si  ya sabes para que preguntas— hay me estoy arrepintiendo de sacarla de aquí .

—No me refiero a eso ¿que hace aquí?—dije un poco desesperada por saber.

—¿Qué no lo saben? —yo rodé los ojos y Uvita negó rápidamente con su cabeza — el es el jefe de este internado — dijo y...
—¡¿QUÉ?! —dijimos en un grito al uniso Uvita y yo, haciendo que George nos voltee a ver. Mierda.        

El NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora