Love, Asphyxiate ; Tendery ──trad. español

4. Hablando claro.

❝Hendery tuvo suficiente de sofocarse. Decidió que sufrir solo solamente lo empeoraría.❞

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—No es tu culpa.

Hendery veía a Renjun quien estaba sentado al otro lado de la mesa en la cafetería, con una mano sosteniendo el tenedor antes de cortar una pieza pequeña de pastel y llevárselo directo a la boca.

—Es mi culpa, —Hendery sostuvo—. Ha dejado de hablarme por tres días.

Nadie estaba ahí con ellos. Habían decidido caminar juntos a casa después de la práctica porque Hendery pensó que podría usar algunos consejos para su situación actual. Todos en el grupo sabían que él y Ten se encontraban saliendo, sin embargo Hendery se sentía más cómodo abriéndose hacia Renjun. Apenas se habían visto estos días y extrañaba hablar con él. Casi sintió pena de que esta fuera su primera conversación en un buen tiempo, pero se estaba volviendo loco y Ten no mostraba ninguna cooperación.

—¿Has intentado acercártele entonces? —Renjun preguntó mientras tomaba otro bocado—. Si te aleja, puede que no esté listo para hablar.

Hendery frunció el ceño al recordar sus acciones. Intentó hablar con el mayor, solo para ser pasado por alto o ignorado como si no existiera. Hablar con Ten era una cosa, pero no hablar con Ten era otra. Resultaba una molestia a la hora de las prácticas o las grabaciones cuando necesitaban la opinión del otro para improvisar. Hendery había tenido suficiente.

—Pero han sido tres días. No puede evitarme por tanto tiempo, ¿o sí?

—Cierto. —Este último asintió—. Inténtalo de nuevo esta noche. Después de la cena, cuando estén simplemente descansando en el dormitorio.

Hendery sintió la culpa comiéndoselo vivo a pesar de solo estar haciendo su mejor esfuerzo por el bien de su 'novio'. No sabía que enamorarse podía doler así de mal; literal y figurativamente. Se limitó a asentir en tanto le tomaba un último sorbo a su taza de chocolate caliente, con la cabeza atrapada en las maneras que podría intentar para acercarse al mayor.

—He querido preguntar... —Renjun inició luego de un momento de silencio, atrapando una vez más la atención de Hendery—. Si ustedes están saliendo de verdad.

—¿A qué te refieres?

Hendery pudo sentir su corazón palpitando fuerte contra su pecho, las cejas se fruncieron cuando su boca formó una delgada línea.

—Ustedes apenas se juntan el tiempo suficiente para tener una conversación completa. Y ninguno de los dos sabe lo que el otro está haciendo cuando alguien les pregunta.

—Él tiene su propia vida. Se llama darle espacio.

—Y no te equivocas. —dijo Renjun—. Pero es extraño. No estoy seguro de cómo decirlo pero hay una especie de desapego.

Desapego.

La palabra resonó en la mente de Hendery. Sudor frío goteó de su espina dorsal tanto como se tragaba un pétalo de clavel hasta el fondo de la garganta. No le gustó a donde se iba dirigiendo esta conversación. Su respiración se atrapó y se sintió sofocado de nuevo.