S: Oye... Yo no quería...
G: Pasa, que sea rápido. Tengo mejores cosas que hacer.
S: Eso veo... Y bien ¿Qué quieres decirme?
G: Quiero que pares con las cartas, por eso te cité. Así hablamos bien todo.
S: Oye pero antes que nada, yo no soy el único que empezó. Tú me las respondes siempre.
G: Sabes que no me gusta ser descortés y negarle las respuestas a la gente.
S: Lo sé... Pero de todas maneras no era necesario.
G: La verdad es que sí lo era. Lo era para que dejaras de enviar más y más cartas, pero no parabas.
S: Yo si paré en una ocasión, pero me enviaste una y me costó resistirme a no responder... Simplemente no pude.
G:¡¿Entonces por qué no la tiraste y ya?!
S: ¡No lo sé, me dolía la cabeza de solo pensar que decían las cartas!
G: ¡No las hubieras abierto. Pero era mejor que en primera instancia no me escribieras!
S: ¡Lo hice porque te extrañé!
G: No me mientas... Ya a pasado más de un año ¿Y justo se te ocurrió extrañarme?
S: ¡¿Y eso que tiene de malo?!¡Pero no... El señorito no puede ser más cortés y decirme que no me extrañaba como yo a tí!
G: ¡Bueno y yo por qué tenía que decírtelo!¡En todo caso no estoy en la obligación de decirte absolutamente nada!¡Tú eres el idiota que ahora abre su corazón para decirme eso!
S: No se trata solo de mi corazón... De verdad ya me estaba muriendo por dentro al no saber nada de tí...
G: ¡¿Y yo estoy pintado o qué?!¡En este puto año no hice nada más que irme de viaje para despejar mi cerebro y olvidarme de tí!. Pero no... Cuando ya estaba recuperándome, me llega tu primera carta. ¿Qué iba a hacer?¿Botarla?¿Quemarla?. No pude hacer nada de eso. Aunque ya estaba bien no podía mirarla sin pensar en lo nuestro, y por eso fue que al final te contesté cada maldita carta.
S: ¡Ya perdón!, fue mi culpa y también fue tu culpa. No nos pongamos a discutir como niños de primaria, eso ya no sirve.
G: ¿En qué momento comenzamos a discutir así?. Solo te decía las cosas que pasan. Otra es que te alteres y grites.
S: Dilo como quieras. Pero lo mejor es que ya me vaya, no hablemos más, fue suficiente con lo de hoy.
G: ¿Y te escapas?¿En donde quedó el Samuel que no le hacía el quite a nada y que se defendía por cualquier mierda?
S: Se fue cuando lo hiciste tú. Hasta pronto.