Después de cenar, fuimos al cine y había películas que no me gustaban mucho, y otras que simplemente me parecían aburridas. Pero me fijé en una que parecía de terror, llamada "El muñeco de nieve".
– Podríamos ver esta que se llama "Feliz día de tu muerte". Es de terror.- propuso mi hermano.
– La que más me atrajo fue "El muñeco de nieve", que también es de terror.- dije con ilusión.
– Vale, te dejo elegir.- sonrió con un guiño.
Yo me encargué de comprar las entradas, y él pagó las palomitas y la bebida. En la cola, se me acercó un chico a saludarme. Era alto, de ojos azules muy intensos, y tenía una buena figura... bueno no quiero seguir fijándome en eso.
– Holaa, tú eras la chica de antes, ¿no? Se te habían caído algunas hojas y te pregunté qué te pasaba, pero simplemente saliste corriendo.
Salir corriendo. Siempre lo hice. Y me daban ganas de volver a hacerlo en ese momento. Parezco una cobarde siempre que lo hago. Pero, en realidad, me supera todo. Lo mínimo que me pase ya salgo corriendo.
– Ah, sí. Gracias y siento haber montado aquella escena. No era mi intención.- contesté con una tímida sonrisa.
– No pasa nada. Todos tenemos algún que otro problema. Por lo que veo, el tuyo se ha solucionado rápidamente.- vaciló un momento y siguió- si no es mala pregunta, ¿estás bien? Antes estabas llorando.
– No, no. O sea, sí, estoy bien. No hay nada preocupante.- tartamudeé nerviosa.
En aquel mismo momento, apareció Daniel a mi lado.
– ¡Ah! Perdona no era mi intención molestarte. No sabía que tenías acompañante.- dijo rápidamente.
– ¡No! Es mi...- quise decir
– Podrías ir a joder a otros, pero cerca de ella, ni de coña.- soltó Daniel.
– Tranquilo, tío. Ya me voy.- respondió aquel chico, huyendo de ahí.
– Para que lo sepas, ese solo estaba flirteando contigo.- aseguró mi hermano.
– ¿Te crees que soy tonta? ¿O, quizás, una niña? Que sepas que dentro de nada ya tengo 18 años. Así que compórtate o me voy.- le recordé.
Él sólo asintió en silencio. Al pobre chico no lo volví a ver ni durante la película ni después de salir del cine. La verdad es que no suelo atraer a los chicos, y con los pocos con los que estuve, la mayoría eran amigos de Daniel (que a Daniel no le gustaba nada que tuviese novio). Lo que sí que sé es que Daniel no es de mantener relaciones serias, sino que simplemente le gusta "divertirse". A mí me da igual, mientras que no me lo quite ninguna zorra, me gusta verle feliz.POV: Daniel Sharman
Verla sonriendo. Es lo mejor que puedo ver en esta vida. A veces me pregunto cómo es que aún no sabe su verdad. La verdad de lo que le va a ocurrir dentro de unos meses. Cuando ya sea mayor de edad. Yo juro por mi vida que siempre la estaré protegiendo. Mientras conducía reflexionando, ella estaba mirando por la ventanilla del coche con los ojos entreabiertos. Sus ojos eran preciosos. De un azul zafiro que hacía que me faltase el aire. Su pelo negro como el azabache hacía que sus ojos fueran más vistosos. Puse algo de música para animarla, concretamente "Love me like I do". Así logré que tarareara la canción y que me mirase sonriendo. Al llegar a casa fui directo a la ducha.
– Si quieres algo estoy en el baño.- le avisé, entrando a la ducha.
– Valeee.- contestó.
Abrí el grifo para evitar el agua fría y luego ya me metí en la ducha. De repente alguien toca la puerta.
– Danii, ¿me dejas tu Ipad? Lo necesito para un trabajo de biología.- me gritó desde el otro lado de la puerta.
– Sí, tranquila.- respondí, cerrando el agua.
Al abrir el agua salió tan fría que tocó mis entrañas haciendo que me estremezca.
– ¡Joder!- solté.
Lo bueno es que no me escuchó. Ella no debe saber lo que es sentir esto. Recuerdo que mis padres hablaban algo de ella, aquel mismo día que les ocurrió aquella tragedia.
Flashback:
– Zac, no podemos mantenerla por más tiempo.- dijo Lily Sharman.
– Lo sé, cariño. Pero su padre no tenía a quién confiársela. Es nuestro deber. Aguantemos un poco más.- respondió Zac Sharman, agobiado.
– No, no es nuestro deber. Ella no es una de los nuestros.- espetó Lily Sharman.- Llevamos 14 años teniéndola en casa, pero ya es suficiente. Hay que buscarle a otra familia. Esa niña no es buena y lo sabes.
– No nos queda otra que esperar a su mayoría de edad. Después será libre.- soltó Zac Sharman.
Fin del flashback
No entendía bien a lo que se referían mis padres, pero de seguro tenía que ver con Lena. Yo me limité a escuchar bien la conversación de ellos e intentar descifrar qué era lo que tenía de malo Helena. Pero simplemente no encontré nada. Es una chica simple y siempre fue una persona reservada. ¿Qué secreto lleva aquella chica a la que llamo "hermana"?Aquí viene ootrooo capiitulo lleno de misteriooooos 😍❤️
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Cuando llegue el FRÍO
Teen FictionNo me imaginaba lo que se llegaba a sentir cuando te alcanza la muerte. Sin embargo, siempre hay nuevas experiencias que nos dejan un mal sabor de boca. Hierro o sangre. Y tú, ¿alguna vez lo llegaste a sentir?