Un día Marcos perdió la vergüenza y decidió declararle su amor; era un día gris, como cualquier otro día de otoño. Él se levantó seguro de sí mismo, se alistó para ir al colegio y cuando se iba para el colegio pasó por una florería y le compró el ramo de rosas más lindo que había. Al llegar a la puerta del colegio esperó ansioso que Carol llegara.
Cuando ella llegó, él sintió esos nervios en el estómago, esa sensación linda y rara. La miró a los ojos, se arrodilló, le tomó la mano, y le expresó todos sus sentimientos. Ella se quedó paralizada, sonrió, se tapó la cara y soltó un par de lágrimas. No podía hablar de la emoción, al ver que el chico que amaba estaba ahí, arrodillado frente de ella, pidiéndole que sea su novia. La única frase que le salió fue _¡Obvio que si!_ él se paró, la abrazó y ahí fue cuando Carol sintió lo que era ser feliz, la primera vez que pudo sonreír sin tener que fingir. Sintió algo inexplicable, y si, era el amor. Por primera vez en su vida había sentido lo que es el amor de verdad...
YOU ARE READING
La chica suicida
CasualeEsta historia está basada en muchos casos de abuso y bullyng, por favor, si estas pasando por algo de esto no te quedes calladx. Busca ayuda...