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Laura estaba frente a la puerta de la casa de ambas golpeando esta. 

Laura nuevamente lloraba y todo por culpa de los malditos celos de Aris. 

-No puedes dejarme aquí, Aris... Amor hace frío, por favor déjame entrar.- decia mientras intentaba abrir la manija pero aris estaba deteniendola con el mismo seguro. 

-Mejor ve con tu jodida amiga de mierda... No quiero que malditamente le hables, Lo sabes joder!.- Gritó espantando a laura al sentir el golpe que le dio a la puerta. 

Dio unos pasos atrás sintiendo escurrir su corazon ahi, sabia que no le abriría. Era noche y ya todos dormían, tampoco quería despertar a sus vecinos. Cada noche se preguntaba si algun dia aristóteles grace dejaría de tratarla así, Laura la amaba y no quería dejarla ir. 

Cada vez se sentía un en una pequeña burbuja de gas que la asfixiaba a mas no poder, no  quería que aris pensara que la engañaba, La amaba tanto que jamas le haria eso. Aris solo estaba de mal humor, siempre era así, peleaban y se reconciliaban al dia siguiente. Ella deseaba que ya amaneciera para poder estar junto a su amada.

Sabía que aristóteles sólo se sentía insegura a lado de sus amigas, que ahora mismo no podía decir que eran muy amigas suyas, realmente había dejado de contactar con todo mundo gracias a aris pero ella sabia que valia la pena, podrían vivir felices y sin interrupciones. No le gustaba ser la mala del cuento pero parecía que siempre lo sería no importaba que. La quería a su lado a como diera lugar. 

Aristóteles Grace era suya y siempre lo sería, la amaría con su alma si fuera necesario para que no se fuera de su lado. 

HOUSE ON FIRE [LP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora