Parte V

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—Tienes unos ojos preciosos— dijo Tyler y sonreí nerviosa. No me acostumbraba a recibir tantos halagos; me hacían sentir incomoda.

—Gracias— dije y este cogió mi mano besándola. Tyler era todo un caballero y me encantaba salir con él. Apenas lo había conocido hace una semana en el supermercado y desde entonces no habíamos parado de salir. Era guapo, atento, gracioso e inteligente. Teníamos muchas cosas en común, entre ellas el amor por los niños. Él estudiaba para ser pediatra y yo para maestra; Simplemente maravilloso. ¿El problema? Él. Me había prohibido mencionar su nombre, pensarlo, pero no podía evitarlo y menos cuando no paraba de llamarme y enviarme mensajes. Llevaba dos semanas así y lo odiaba. Odiaba el simple hecho de emocionarme por sus mensajes, de emocionarme cada vez que lo veía siguiéndome. ¿Porque me hacía esto? ¿Porque no me dejaba en paz? ¡Yo no quería nada con él! Ya había rechazado ser su puta, ser su follón del mes incluso tener una relación sexual nada más. Así que, ¿Porque no me dejaba en paz? Yo sabía muy bien la respuesta de porque no me dejaba en paz; no soportaba la idea de que yo siguiera con mi vida, que yo saliera con otros chicos. ¿Como lo sé? Había mandado a golpear a Carlos dos días después de que volvimos de la isla. ¡El muy imbécil había ido al bar y le había pegado dejándole una costilla rota! Era un bruto, un animal, un idiota.

—¿Ya te dije que tienes una sonrisa preciosa? —preguntó y asentí riendo. Me lo había dicho varias veces. De hecho no había parado de decirme halagos en toda la noche. Eso lo hacía lucir adorable y me hacía sentir muy bien. No muchos chicos me apreciaban por mi sonrisa o mis ojos; mayormente era por mi cuerpo y lo odiaba. Me hacían sentir incomoda, pero con Tyler no era así. —Lo siento, estoy nervioso—río y negué con una sonrisa. No lo culpaba, yo también estaba nerviosa. Tyler me gustaba de verdad y quería intentar tener algo con él, pero parecía que mi mente no podía sacarse de la mente al imbécil de Ryan. —Me preguntaba si tú quisieras ir algún lado más privado...—se vio interrumpido mirando detrás de mí y me tensé al sentir su aroma.

No puede ser

No gracias, ella ya tiene con quien pasar la noche— dijeron detrás de mí y alcé la vista encontrándome con sus ojos azules. Sus malditos hermosos ojos azules que suelen aparecerse en mis sueños y en mis pesadillas torturándome. ¡Mierda! ¿Qué diablos hacía aquí? ¿Acaso había vuelto a seguirme? ¡¿Pero cómo?! Había cambiado mi número de teléfono para que no pudiera rastrearme. Tampoco había venido en mi auto. Así que, ¿cómo había adivinado que estaría hoy aquí? —Mmm, uvas—sonrió cogiendo las uvas de la mesa y jaló una silla sentándose al lado mío. ¿De verdad esto estaba pensando? Lo miré mal y este sonrió cínicamente pasando su brazo por mi hombro. —¿Te acuerdas cuando comí uvas de tu cuerpo? Te comí entera—rio comiendo uvas y negué sonrojándome. ¡Iba a matarlo! ¿Por qué diablos me avergonzaba de esta manera? ¿Es que acaso no podía dejarme en paz? ¡Nadie tenia que saber esas cosas!

—¿Quién eres? —preguntó Tyler confundido y Ryan sonrió pícaramente. Era un maldito bastardo; estaba disfrutando la situación.

—Su novio—respondió sin dejar de mirarme con una sonrisa pícara y se metió a la boca una uva guiñándome el ojo. ¡Mierda! Verlo comerse la uva me había traído el recuerdo de aquella noche en la isla cuando habíamos comido uvas y se le había ocurrido ponerlas alrededor de mi cuerpo para lamerme y comérsela. Joder, era mala idea recordar eso. —¿Y tú quién eres? ¿Su hermanito? —se burló y lo miré mal.

Imbécil

—No, no lo es—espeté molesta y este alzó una ceja. —No le hagas caso Tyler, es un amigo, uno muy lejano—mentí rápidamente y Ryan rio.

—Claro un amigo muy lejano, pero tan lejano que suelo metértela todas las noches cuando voy a tu apartamento—rio y me sonrojé al ver la mirada de algunas personas. ¡Mierda! Era un imbécil que me estaba haciendo pasar vergüenza. ¿Acaso no podía hablar bajito? O mejor aún, ¡Callarse la boca! Se que estaba disfrutando del espectáculo, pero no iba a seguir dándole el gusto; tenia que salir de aquí cuanto antes. Ya bastante incomodo estaba Tyler y el no merecía este ridículo por parte de Ryan. Era un imbécil que no me superaba aún.

Raising Love {Ryan & Charlotte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora