Capitulo 1: La cosecha

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- Tom vamos arriba holgazán, esta semana empezamos con la cosecha de grano para el rey Ferguson. Además, El rey nos ruega que seamos rápidos ya que gran parte de lo cosechado irá a parar a los graneros de reserva del ejército.-

Entretanto un muchacho descansa apaciblemente en su jergón de paja.

- Ya voy, tío Jack! Anoche me quedé hasta tarde recogiendo al ganado y al llegar tuve que lavar la ropa de todos!-

- Pues ya sabes, la próxima vez no vuelvas a jugar con esa cosa tan peligrosa y no te volveremos a castigar.-

Hace apenas dos días de lo sucedido. Tom estaba pastoreando al rebaño cuando encontró una vara de fresno flexible y robusta, al verla se quedó fascinado con su maleabilidad y ligereza, así que se puso a tallarla en secreto hasta conseguir darle la forma deseada. Una lanza equilibrada a la perfección, letal y rápida como la que más.

Cuando se quedaba en mitad del campo vigilando a los corderitos practicaba horas y horas con ella, parecía como si las horas se convirtiesen en minutos. Disfrutaba con cada estocada.

Hasta que un día su tío lo fue a buscar porque anochecia y su sobrino no aparecía por ningún lado y allí lo vio. Una silueta recortada en la colina moviendose grácilmente y practicando con su lanza. Al verlo una sensación angustiosa le recorrió y también admiración y asombro. Respiró hondo y fue en su busca.

- Será posible que siempre que te veo estas haciendo algo que no debes? -

A Tom se le escapó la lanza de entre las manos con el sobresalto.

- Lo lamento tío Jack no sabia que era tan tarde, ahora mismo recojo a los animales.-

- Las ovejas hace rato que duermen en el redil. Las he recogido para no perturbar tu entrenamiento. Pero sabes que tu tia te va a castigar, no?- le guiñó un ojo.

- Será lo mas probable me temo, vayamos a casa, no sabía que hacía tanto frío.-

- Este muchacho... No consigo hacer bueno de el.- y soltó una sonora carcajada mientras le ayudaba a recoger sus cosas.

Ambos emprendieron el camino de vuelta a casa y para entonces el cielo ya estaba cubierto por un manto de estrellas, al alba les esperaba un día duro.

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