Un Ser en Pedazos

Comprender

El ruido de la regadera era relajante, Lily, sale de la ducha, es una chica muy linda, se secó y vistió muy elegante, un pantalón negro de tela gruesa, y una blusa blanca ancha con bordados negros, y una cola de caballo como peinado.

Antes de salir se mira una vez más en el espejo, sin maquillaje una sonrisa falsa y tratando de aguantar las lágrimas...

­­­"Kevin, ya terminaste?" Dice sonriendo.

"Chii, ¿ya no amos?" Dice, ella asiente alegremente.

Un niño, sentado con las piernas abierta con un plato con ahora sobras. Era pequeño, de dos años, igualito a ella, le limpia la boca y lo toma en sus brazos.

Sale de la casa con su hijo en sus manos, una chica de diecisiete con un niño de dos años de edad en los brazos, iba alegremente ignorando las miradas de las personas asombrados, sorprendidos y otros de desaprobación.

Hace una larga cola para tomar un bus, su bebé llora, tiene calor y tiene sed, comprensible porque hace mucho calor bajo ese solazo que hace que todos estén de mal humor, el problema está en que no quiere el agua que ella le está ofreciendo, llora y exige un helado de teta que vende una señora en la cola, y como todo niño no sabe recibir un no como respuesta.

"¡No! ¡Sí tienes sed toma agua!" le decía ella, Kevin renegaba y hacia más ruido que obviamente molestaba a las personas en cola.

La cara de la molestia y disgusto de las personas eran muy evidente, pero ella no tenía el dinero para poder comprar el helado.

"No sé para qué tienen carajito si no lo saben criar" "No saben aguantar la calentura" "Sera que no le enseñaron nada en la casa ni escuela, si esta es la juventud tú me dirás" Decían desde el principio de la cola, ella no podría saber quién lo decía exactamente.

Después de unos minutos pudo contenerlo, era un poco tarde para la cita que tendría, así que se montó en el primer bus que llego, parada con el niño en los brazos y no recibió ninguna amabilidad de parte de las personas sentadas, solo recibió miradas de desaprobación, ella aguantaba las lágrimas e ignoraba a todos.... Era lo mejor que podía hacer.

Llega a su cita, casi tarde, su madre la esperaba detrás de las puertas.

Entra, su madre una mujer con aspecto rígido, muy refinada. Detrás del escritorio un hombre con una cara que amable sería la mejor forma de describirlo. En su bata blanca decía: Doc. Yorman Gómez, sonreía.

Esperan a que ella se siente, suspira para calmarse, el niño estaba tranquilo sentado en sus piernas.

"Buenos días a las dos" Dice el doctor, ellas le saludan de vuelta, incluso el niño "Primeramente quiero aclararte algo Lily, No debes sentirte mal, tu eres la victima de todo esto, después de lo que paso nadie hubiera tenido la fuerza que has tenido, decidir criar al niño con todo el amor de una madre demuestra lo buena persona que eres" Dice mirándola a los ojos.

Ella no puede más y solamente cae en llanto, lágrimas y lágrimas salen, su madre le abraza y los dos esperan a que ella se calme y tenga la fuerza para hablar.

"Quiero creer lo que dice, pero cada día, incluso después de tanto tiempo siento que fue ayer" dice entre sollozos y lágrimas, su voz es muy débil "Yo amo a Kevin, lo adoro, es súper lindo, es mi hijo, pero cada vez que lo miro, recuerdo ese día, recuerdo a ese hombre, recuerdo como se me lanzaba encima, yo confiaba en él era mi amigo..." Vuelve a caer llanto pero quiere terminar "¡Me siento mal, sé que no debería, él no tiene la culpa de nada es solo un niño pero recuerdo todo eso cada vez que lo veo me siento un monstro por pensar así, él es mi hij..." Guarda silencio ya que el nudo en la garganta le corta las palabras.

Su madre la abraza.

"Es normal que te sientas de esa manera, tienes que llorar cada vez que lo necesites debes seguir sanando la herida, el tiempo y la terapia que te voy a ofrecer va a aliviar tu dolor. Te garantizo que te ayudare en todo" Dice el doctor, las lágrimas casi le salen.

"Amor, yo voy a estar contigo siempre, estaré para ti en todo momento, te ayudare con el niño y vamos a vivir una vida normal los tres juntos ya verás" Le dice en el oído a su hija tratando de darle fuerza.

"Ma-a no llores" Dice Kevin, y abraza a su madre para darle consuelo.