"Estoy aprendiendo a volar, pero no tengo alas..."
Estamos conscientes de que el miedo está presente en nuestras vidas, algunas veces se manifiesta extremadamente, otras ni se siente.
El miedo a perder a alguien, el miedo de estar solo... El miedo d...
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Al día siguiente, _____ se dirigía temprano al sitio en el que había quedado con Deku, más de lo que a ella le gustaría. No llegarían como burros por su casa a la Academia, ella no quería que descubrieran que podría traer a la vida a semejante criatura, ya que ella lo consideraba un asesino. Le encantaba, era su criatura y dragón favorito pero de cierto modo le duele. Deku estaba caminando en círculos en el lugar que quedaron, la playa en donde entrenó por meses, nadie pasaba por ahí así que le sería fácil traer al dragón o mejor dicho a "Reptail" como ella le había puesto.
Como siempre, una persona muy cumplida y responsable, iba tarde al lugar indicado así que decidió por pedirle ayuda a un amigo de cuatro patas, sería más rápido. Cuando ella llegó al lugar Deku seguía hablando solo, ____ se acercó lentamente, el sigilo de esa criatura le encantaba. Hasta que se quedó cerca de Izuku, sorprendiéndolo. -Hola Deku.- -Hola ___… ¡AH!.- -Oh, lo siento sí te sorprendí, no quería espantarte. Pero como venía tarde, decidí pedir ayuda.- -E-eres u-un lo-lo-lobo.- -Así parece.- -¿Podría?.- Hizo un ademán queriendo acariciar su cabeza. -Cielos Deku, ¿tienes un feriche?.- -N-no, es que me da curiosidad tu pelaje.- Ella exhaló en forma de derrota y se acercó a él, dejando al peliverde que acaricie su cabeza. -Que suave.- Murmuró mientras que _____ quieras o no, disfrutaba de las caricias que el pecoso le regalaba.
-¿Piensas estar así toda la mañana o quieres conocer al dragón?.- -O-oh, lo siento _____. Es sólo que me emocioné.- -Tranquilo, no es reclamo. Y sé que te emocionas, bien…- Ella se alejó un poco de Izuku, para darle espacio al dragón cuando llegase y no lastimar a su amigo. -I-izuku… Sólo, un favor.- -Si ____, ¿qué pasa?.- -Por favor, por nada del mundo comentes esto, no por ahora.- -Claro ____, confía en mí.- La chica le sonrió y empezó a correr aún en su forma de lobo hasta que pegó un salto y en el aire se convirtió en aquel dragón negro, su tamaño automáticamente se multiplicó de maneras exageradas, no colosales pero fácilmente unas 10 veces si se las llevaba. Izuku empezó a fangirlear como loco al ver a semejante criatura, mientras que ____ se estiraba para poder volar. El pecoso la inspeccionaba de todos los lugares, sus alas, las de la cola, sus patas, incluso sus ojos y dientes, a la chica no le incomodaba, así era el que la conocía en su forma de dragón.
-Bien, ¿ya terminaste? Deja tus cosas junto con las mías y sube.- -B-bien, ¡que emoción!.- El pecoso rápidamente dejó las cosas junto con las de la chica y de nuevo se acercó a ella. -_-____, ¿cómo subo?.- -¿Quieres subir tranquilamente o a mi modo?.- -A tu modo.- -Sólo…- La chica se puso en posición de vuelo, abriendo sus alas y despegándose del suelo de un salto. Ya en el aire, agitando sus alas, lo veía desde arriba mientras Izuku observaba maravillado. -No llores.- Y así se lanzó hacia él, con sus patas lo agarró de los brazos y alejándose cada vez más del piso haciendo que el peliverde entrara en controversia con su estado de animo en esos momentos. De unos cuantos movimientos que implicaba medio aventar al pecoso y atraparlo de nuevo en el aire, la chica lo hizo sentar en su lomo. -Ahora, sostente.-
