Una joven sin tapujos y sin miedo a expresar lo que verdaderamente sentía, una chica de ciudad que había nacido entre vacas y bastones.
Con su pelo teñido de sueños y sus ojos fervientes de historias, Rosanta pasaba horas perfeccionándose a si misma, su físico lo era todo para ella, y no tenía cabida un mundo en el que ella no fuera la más bella.
Pero como en todas las historias de pueblos y villanos había un hombre, que hizo de todo por el amor de esta joven belleza.Pero de repente la vida de Rosanta dio un giro, más bien una voltereta de la que no pudo revolverse. Un coche, una mirada de amor hacia el chico que ella quería, el que la había cortejado y pum, sordo silencio.
Una mano la agarró con fuerza, Tomás, era el, pero alguien más estaba con ellos dos, una mujer, alta y desfigurada con una boca triste llorando en un rincón, llevaba la ropa hecha jirones y repetía una y otra vez "no debía ser así"
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Silencioso
Short Story-Depende -¿De qué depende? - De cuánto tardes en dejar de sentirte culpable por haberme matado