-Adios Marcos- dijo Rosanta desviando un momento la mirada hacia su chico y dando el primer paso para cruzar la calzada- Te quiero.
- Adiós Rosi- respondió Marcos llamándola por su mote cariñoso-
Vuelve por la segunda via y cruza ya, ahora, vamos cariño, llegarás tardeLa segunda vía era conocida en aquel pueblo por ser la vía de la inspiración.
En aquellos paramos tan solo había dos vías para que los coches circulasen. La primera solia estar repleta de ladrones, borrachos y meretrices que buscaban cobijo tras las altas plantas que les protegían del frío.
Pero la segunda vía estaba llena de riachuelos y árboles bellosz todos los grandes escritores, pintores y cantantes pasaban su tiempo alli, tumbados pensando.-¿Cuando no he ido yo por la segunda vía?- la sonrisa de complicidad de la pareja denotaba que estaban en el punto máximo de su relación.
- ¡ROSI! ¡No!
Un coche azul arrollo a Rosanta e hizo que su tórax viniese de dolor haciéndola caer al asfalto, duro y frío.
Su cabeza cayó súbitamente contra el suelo perdiendo el conocimiento.
El fuego propagó el coche de su atropellante.
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Silencioso
Short Story-Depende -¿De qué depende? - De cuánto tardes en dejar de sentirte culpable por haberme matado