Era mi cumpleaños y me pedí el día en el trabajo para prepararme tranquila. Mis amigas me estuvieron llamando todo el día para salir pero les rogué que vayamos otro día porque quería pasarlo con él. Grave error el mío. No me llamó en todo el día, ni vio las stories que subí a propósito para que se acuerde qué día era hoy. Pude evitar ponerme a llorar en todo el día pero cuando se hicieron las ocho de la noche y no tuve noticias me puse en pijama a ver una película mientras lloraba. No sé en qué momento me quedé dormida pero me despertaron unos golpes en mi puerta. Cuando la abrí estaba él, sonriendome con un ramo de rosas. Al ver mi cara de haber pasado horas llorando se puso serio, me abrazó y me empezó a dar besos mientras me pedía perdón por lo que había hecho. "perdón pero es que empecé a organizar todo y cuando terminé ya se había hecho tarde y me pareció mejor sorprenderte completamente. Vístete que tenemos una reserva a las 22 horas". Me dio una caja y me dijo que me vistiera con eso. En su interior había un conjunto de lencería azul y dorado y un vestido negro hermoso. Me vestí y salimos. Él me abrió la puerta del acompañante y en el asiento había una pequeña caja en la que había una pulsera con rosas, la sola referencia a esa complicidad que teníamos hizo que me olvide de lo molesta que estaba.
Llegamos a un restaurant y nos llevaron a una mesa apartada donde apenas podían vernos. La velada fue preciosa nos reímos muchísimo y hablamos de todo lo que se nos ocurría. Llegado el momento del postre él se pone serio y me dice: "hoy es tu día pero antes de que me ocupe de vos quiero que vayas al baño, te saques la bombacha y me la traigas" como dijo que solo tendría que hacer eso me levanté de mi asiento e hice lo que me pidió. Cuando volví se la entregué, me felicitó y seguimos charlando.
Una vez que terminamos me llevó a su departamento, recién en ese momento me devolvió la bombacha y me dijo que me la vuelva a poner. Me llevó hasta su cama, él se sentó en una silla que había dejado especialmente preparada y me pidió que me saqué toda la ropa lentamente. Eso hice y me quedé en cuatro sobre la cama esperando que se me acerque. Siento que me agarra de la cintura y tira de mi para que me ponga de pie, me da vuelta y me empieza a besar con fuerza, yo le arranco la camisa y le saco el resto de la ropa, lo acerco hacia mi para que nos acostemos. Pasan apenas unos segundos y mueve mis piernas para que le rodee la cintura y me penetra. Deja de besarme en la boca para pasar a mi cuello, y una vez que hace esto ya no me controlo y empiezo a gemir, fuerte para que él lo sienta. Unos minutos después me da la vuelta, se recuesta sobre mi y vuelve a penetrarme mientras también empieza a tocarme. Ya no creía poder sentir más placer cuando comienza a hablarme con una voz sexy y lentamente me dice: "que hermosa que estabas con esa ropa que te elegí, me moría de ganas de subirte a la mesa y cogerte en medio del restaurant. Y ese conjunto que te hacía tan perfecta y tan cogible lo elegí para vos, para sacartelo y hacerte mía". Ya no aguantaba más, necesitaba sentir como acababa adentro mío así que decidí sorprenderlo con una decisión que sabía que le encantaría. “amor, la próxima vez que nos veamos decidí que te voy a dejar que me cojas por la cola", a los pocos segundos un largo gemido me confirmó que si había funcionado. Mientras el acababa yo lo abrace fuerte contra mi y acabé junto a él. Una vez que su respiración se tranquilizó me volvió a llenar de besos y nos pusimos a dormir.
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Relato Erótico
RomanceEs mi cumpleaños pero parece que él no se acordó. Ya era de noche y no tenía esperanza cuando alguien tocó a la puerta de mi departamento.