Un Ángel Para Ashriel ©

Capítulo 2

Un par de horas después de que había logrado ordenar el desastre que había quedado de mi habitación, decidí salir unos minutos al centro del pueblo. Realmente el ambiente no se sentía muy bien dentro de casa.
Aún no oscurecía, por lo que el cielo se teñía de un cálido gris que acompañaba a la perfección con el clima tan frío y húmedo de la tarde, apenas eran las quince horas del día y el cielo estaba tan oscuro como si fuera a anochecer. Caminé unos cuantos minutos hasta que logré llegar al centro del pueblo, durante estas fechas las personas salían a disfrutar de las actividades anuales con más emotividad, por lo que era muy normal encontrarse con mucha gente andando por las aceras con disfraces lo suficientemente llamativos, yo podía hacerme pasar por Wednesday Adams con el vestido un poco suelto de color negro y medias negras que llevaba puestas, sin omitir que mi cabello eran tan negro como el ébano y mi piel blanca mortecina, nada más necesitaba un sombrero puntiagudo y también podría ser una de las brujas de Salem.

Mientras caminaba por la acera de las tiendas y cafeterías observé a un grupo de jóvenes en específico que caminaban y balbuceaban cerca de la entrada al teatro local, miraban muy atentos hacia un cartel. La curiosidad me llegó de inmediato, y haciéndome un camino entre la gente me acerqué a echar un vistazo.

"El Circo Andělův se complace en presentar sus shows durante las festividades anuales del mes de octubre en celebración al día de Halloween. Estarán presentes esta noche en este mismo teatro.

Ven y déjate atrapar por la fantasiosamente paranormal magia de esta noche".

Las personas balbuceaban acerca de este nuevo circo, al parecer era la primera vez que se presentaban en el pueblo.

-Traen artistas muy guapos, hay uno precioso parece un ángel, pero si te acercas a hablarle te mira con cara de pocos amigos...- Le comentaba una chica a otras, y de esta manera empezaron a hablar acerca de los artistas del circo. Esta fue la señal correcta para incitar a irme del lugar.

Mientras retrocedía para salir del tumulto de personas mi mirada se dirigió hacia la parte trasera del teatro, al parecer estaban descargando de un camión algunas cosas del circo, me acerqué un poco a la esquina del edificio para observar lo que hacían. Varias cajas eran colocadas en el suelo para ser levantadas por algunos hombres. Uno de ellos notó mi presencia a lo lejos y me observó fijamente, de inmediato fui atrapada por unos enigmáticos ojos azules. Me miró con un poco de desdén y apartó su mirada escondiéndose dentro del teatro cargando una de las cajas.

Una suave pero helada brisa hizo revolotear mi cabello trayendo escalofríos a mi cuerpo. Miré a mi alrededor y las personas parecían no notar el leve cambio en la temperatura. Ajusté con más anhelo el delgado suéter a mi piel y seguí caminando, iba a hacerlo hasta que fuera momento de regresar a casa. Quizá podría pasar un par de horas mirando en la tienda de antigüedades que estaba frente a la iglesia, la dueña era muy amable y tenía artículos bastante interesantes como para una simple mortal.

De pié frente a la puerta di un paso dentro del lugar, la campanilla colgante justo arriba de esta emitió un sonido avisando que alguien había llegado. Una sensación de tranquilidad me cubrió el cuerpo, posiblemente se debía a la tibia temperatura que mantenían las velas y lámparas antiguas dentro de la tienda.

Una mujer de estatura media, cabello rizado y un cuerpo cubierto de tatuajes extraños salió de la puerta que se encontraba al fondo de la habitación, una cortina se ondeó al salir.

- Hace un tiempo que no te veía Kora, me alegra tenerte de nuevo por aquí - dijo con una sonrisa mientras se acercaba.

-Gishbeth, lo siento por no venir antes, estuve un poco...ocupada.