Color Selva

6. El escape

Nackdi era una prescripción a una obsesión. Lo sé y lo sabe todo aquel pobre que llegó a enamorarse de ella.

Luego del escape de ellos dos, Santiago y Nackdi, quedé caminando y pensando en cómo fue que llegué hasta ahí, como se sintió la primera vez que la vi.
De repente su madre salió de una carpa y preguntó sobre Nackdi y su paradero. Yo no sabía ni como contestar y decir que se ha ido y que he visto todo, así que solo respondí: "No la he visto".
La madre de Nackdi solo me miró disgustada y le susurró algo al Rey. Y el ordeno al pequeño pueblo ponerse en armamento, la pequeña princesa había desaparecido. Lo que aún no sabían es que yo conocía a Santiago, lo conocía tan bien que daba miedo solo pensar que me interrogaran por eso.
Llego la noche y yo estaba acostado en medio de una gran selva donde llevaba 3 días y no me habían encontrado, o bueno si, pero se han ido sin mi. Estaba viendo las estrellas, tan brillantes y si con dedicación las miras son capaces de brillar con un color distinto. Estaba muy concentrado pensando en las cosas que hacía con Amanda antes de enrredarme en todo esto tan confuso.
Escuche un ruido en un árbol, era un ruido realmente fuerte. Mi rescate había aparecido, era Amanda y mis colegas, sabía que ellos me estaban buscando, porque ellos eran lo más cercano que tenía a mi familia. Para mi eran el tesoro más preciado y Amanda estaba muy hermosa, aún no entendía ¿Porque trataba de ocultar mis sentimientos por Amanda? Quizás por Nackdi
Era tonto pensar que Nackdi era el amor de mi vida... ¡En fin!

Abrace a Amanda y a mis colegas, se sentían muy felices por encontrarme. En ese momento olvidé de contarles sobre lo que había sucedido.
Hasta que Amanda me susurró al oído:
"Sé lo que pasó con Santiago" y senti escalofríos cuando ella tomó mi mano para dejarme una carta.
- ¿Que es esto?
- Santiago me ha dicho que te la diera, pero me ha hecho jurar no hablar al respecto
- Bueno, gracias, supongo. -respondi con una sonrisa fingida que luego ella tomaría en cuenta
- ¿Conoces a la chica? -pregunto con un suspiro
- ¿Que chica? - respondí con asombro
- La chica de ojos claros, sé que estuviste con los dos, con esa chica y con Santiago
- Estas equivocada. -senti la necesidad de mentirle en ese aspecto
- Bueno. Deberías leer la carta. Te dejo solo. -se alejó tocando dos veces la mesa donde estábamos tomando un whisky.

No sabía si leer la carta, no sabia si esto me destrozaria o me haría sentir alivio.

Abri el sobre amarillo, en la parte trasera e inferior decía mi nombre (que seguirá siendo un secreto en toda esta historia), la nota decía:

"No me busques, estoy en un lugar donde muy pronto nos encontraremos.
Te escribiré todos los días en estas notas amarillas.
Espero no me odies por todo esto, tienes que entender que mis sentimientos están por debajo de todo.
Tengo una misión y no puedo desviarla.
Santiago me ha traído a un lugar donde no todo es plantas y animales.
Consiguió un acojo para mi en un lugar donde nadie me va a encontrar.
Espero que seas muy feliz y que jamás me olvides, Joven arqueólogo"
"Con amor: Nancy"
"Psdt: No estoy muerta."

No sabía si esto estaba bien o mal, no me ha dicho dónde estaba, pero me dijo que nos volveríamos a ver, encima puso que no estaba muerta, ¿Que se supone que tenía que pensar?
¿Quien era Nancy? ¿Nackdi?
¿Porque se ha cambiado el nombre?
Aún no lo sé.

Pero así es como inició la gran historia de esta hermosa mujer, cada día deja pistas, y yo estoy dispuesto a encontrar a la mujer de los ojos verde olivo.
Aunque ella no quiera ser encontrada.