I- In the beginning

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2019 -Actualidad; En algún
lugar de Londres.

-Tengo curiosidad... —murmuró el rubio mientras leía uno de sus nuevos libros, el cual documentaba la representación del arte religioso a lo largo de los siglos; aunque extrañado, miró a la persona que se lo había regalado— ¿Por qué este regalo?

-¿Voy a tener justificar el porqué de tal acto... Bueno? —Le recriminó el demonio poniéndose las gafas de nuevo, aunque la curiosa mirada azulada no quitaba los ojos de encina del demonio, con un largo suspiro se digno a responderle— Por qué ví que los humanos estaban haciendo un.. ¿Día de los amigos? La cuestión es que me acordé de que hacía más de 6000 años que nos conocíamos y lo compré porque se que te gustan los libros y porque los amigos se regalan cosas, ¿contento?

La sonrisa del ángel fue suficiente para dar a comprender que la respuesta había sido de su agrado, aunque rápidamente cambio a una de sorpresa y expectación.

-Yo no te he hecho ninguno -mencionó con una triste mirada, aunque el opuesto le quitó importancia con un simple gesto con su mano.

-Bueno, ¿es interesante? —preguntó acercándose para ver las imágenes que aparecían en el libro, pasando de página en página un tanto desinteresado pues para él, eran en su mayoría falsas representaciones de la historia y un arte algo antiguo y para nada bello; hay que aclarar, que para Crowley, Leonardo era un genio y maestro en el arte y el regalo que tenía del ya mencionado; un precioso y algo viejo boceto, de la famosa Gioconda, Mona Lisa para los amigos, era su más apreciada obra. La única pega que ponía siempre a todas las obras de carácter religioso, es que las pintaban demasiado bonitas para ser verdad.

-Hay algunas buenas, aunque se equivocan en ciertas cosas a la hora de pintar, los ángeles no llevamos alas coloridas o una aura rodeándonos la cabeza todo el rato, pero son interesantes de ver, nos dan un aire mas puro y angelical . —expresó el ángel alejándose en busca de algunas botellas de vino para celebrar el Día del comienzo de su amistad, una tradición humana que no tenía nada de malo si la utilizaban como pretexto él ángel y el demonio, "enemigos hereditarios"—¿Puedes buscar unas copas? Creo que las he dejado en la parte de atrás de aquella estantería. —Le pidió señalando el lugar mientras esté buscaba en su pequeña dispensa personal.

-Han pasado más de 2 milenios y sigo sin entender porqué aquel niño fue sacrificado de tal manera, ni siquiera lo retratan bien —se quejó mirando por encima varias páginas, justamente en una de ellas aparecía Jesucristo cargando la cruz— ¿Dónde retratan el sufrimiento al que se vio obligado al cargar con la cruz o sus suplicas cuando lo amartillaron? — cuestionó con cierto tono de indignación mientras cerraba el libro y caminaba en busca de unas copas, encontrándolas donde su amigo le había indicado—Hubiera sido más fácil hacer un pequeño milagro y tendríamos mas tiempo para tomar algo. —murmuró el demonio de Roma desinteresada.

-Los humanos tienen una forma muy peculiar de pintar y expresar sus formas de ver la historia... Además no es como si ellos hubieran estado presentes —defendió el librero justificando de cierta forma a los humanos por sus representaciones— ¿Dijiste algo?—asomó la cabeza de donde estaba metido pues creyó haber escuchado algo, aunque el demonio sí melón te negó fingiendo haber escuchado algo o haberlo dicho.

Finalmente, Azirafiel encontró aquel vino del reserva que guardaba desde el 61, aunque no se acordaba de porqué era exactamente aquella fecha.

Después de la primera copa, siguió la siguiente en una amenaza charla, donde la bebida daba hincapié a que esta siguiera.

Aunque después de las copas, le siguieron alguna que otra botella más durante una hora en un muy confortable charla entre él ángel y el demonio, donde habían hablado de lo sucedió antes y después del fallido intento del Armagedon, como Adam seguía siendo un niño humano con poderes divinos (o eso suponían) y como aquella semana se convirtió en el momento mas significativo de su relación de forma sorprendente, así como cuando se conocieron por primera vez en el 4004 a.C o aquella vez en Francia durante el Reinado del Terror o durante la Segunda Guerra Mundial, cuando intento jugársela a los nazis y Crowley apareció cruzando la Iglesia, un terreno santificado y bastante sólidos de pisar si eres un demonio, solo para salvarle a él y que así no tuviera que explicar porque se había descorporizado.

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