¡Hola! Bueno, lectores mis, el capítulo II ha sido actualizado, el problema es que no de si sale la actualización como un solo capítulo o dos veces el mismo, si alguien sabe como se arregla esto, ¡lo agradecería!
Y sin mas demoras, aquí os dejo el III capítulo.
-¿No te aburres de espiar? -Una voz detrás de la peli negra saco a esta de su predecible intención.-¿Y tú de perseguirme día y noche? -De una acusación paso a otra, aunque la figura frente a la mujer simplemente se encogió de hombros.
-Es un hobbie entretenido, incluso he conseguido batir mi récord -expresó orgulloso, mientras la mujer se cruzaba de brazos inconforme- pobre árbol, has partido todas sus ramas.
-Solo las caídas, y también me espías, solo tienes interés en recaudar información de mí como de los demás por lo que deja de cambiarme de tema, además vigilas a tu querido hermano Arcángel y su novio, Gabriel, ¿tan entretenido es tu Hobbie ahora? -El arcangel se acerco a donde estaba la mujer para vigilar a los que habían mencionado.
-Beel, si lo dices así, le quietas la gracia -respondió con fingida tristeza, aunque luego sonrio, pero no de alegría, sino de tristeza- Solo cumplo con las órdenes que me han puesto, y fin, y no espiaba, tengo el deber de enviarle una serie de mensajes a Rafael, pero el esta ahora ocupado; esta feliz, que ya es mucho pedir, por lo que cuando él termine de pasar un buen rato con su pareja, hablaré con él y le informaré.
-Ya veo -murmuró la ángel- Ahora dime, ¿Cuantos van ya? -preguntó la ángel cambiando de tema repentinamente.
El chico suspiró pesadamente y se dio la vuelta, pretendiendo evitar responder a la pregunta cuya repuesta conocida perfectamente.
-No vas a evitarme, ambos conocemos los lugares que visita el otro, ¡jaque mate, Gabriel! -exclamó la ángel poniéndose delante del Arcángel, quien continuo con sus intenciones de irse lejos de donde había estado segundos antes.
-La suma asciende a menos de un tercio, pero sigue siendo un número muy alto y en aumento. -respondió sin mirar a la chica, quien estaba sorprendente tranquila- Lucifer, como se hace llamar ahora, anda creando su propio grupo, venia de uno de sus discursos, y cada vez hay mas ángeles que desconfían de Dios, sus palabras están llegando a muchos y me preocupa que llegue a pasar.
-Malos tiempos se avecinan -supuso mirando al cielo, el cual empezaba a oscurecerse y dejar su luz.
-La cuestión es, ¿quién estará con quien cuando esto comience?-pregunto al cielo, sin muchas ganas de saber la repuesta.
Las palabras de la mano derecha de Dios parecieron ser dichas con segundas intenciones, la ángel, de menor rango comprendía perfectamente lo que que esas palabras significaban, pero prefirió mantenerse sus opiniones guardadas, al fin y al cabo, aquel no era el momento mas idóneo.
El cielo nublado solo significaba que la ira de Dios iba en aumento, por razones que muchos desconocían y otros tantos escondían, sin embargo, casi todo ser divino temía de aquellos cielos, y los valientes, los que no temían a la furia divina, permanecían calmados, actuando como si todo aquello fuera normal, como si fuera la rabieta de un ser celestial sin conocimientos.
Mientras tanto, en aquel hermoso jardín con las vistas a la tierra, dos ángeles seguían disfrutando de su tiempo juntos.
-Entonces, si tuvieras que elegir a un animal, optarías por la serpiente, pero, ¿porqué, Rafael?-pregunto el rubio mientras observaba los cobrizos rizos del nombrado.
-Son seres capaces de esconderse y devorar a sus presas sin necesidad de ser percibidas, además de que sus escamas suelen ser preciosas, desde la pequeña hasta la grande -explicó detallando su parte favorita- Aunque también son el símbolo de la medicina, o eso creo yo, ¿sabes que su veneno tiene efectos curativos si esta bien tratado? Como un paralizante, por ejemplo.
- Sigo sin verlo tan claro, pero es cierto lo que decides, aunque siempre depende del ser que sepa de sus utilidades, ¿no? -pregunto el ángel, a lo que le pelirrojo le otorgó la razón - Oye, ¿y que tal lo llevas con tu puesto de Arcángel? -La brillante y azulada mirada del ángel solo delataba su enorme curiosidad por el estado de su amigo, quien aquel tema le resultaba un dolor de cabeza.
-A veces me pregunto el porqué de casi todo, Lucifer tienta a Dios, provocándole hasta que un día se harte y algo le ocurra como castigo, ha perdido su fe, y no solo el, mas de la mayoría creen que tiene razón, dice que el no servirá a ningún humano, pues él es mejor que tales seres que perecen en pocos años... mientras tanto, yo intentó estar a la altura de lo que se me pide, pero ser el mayor de todo de dos arcángeles y el mediano no es nada divertido, pero mientras yo mantenga aun mi fe y lis creencias, no dejaré que esto termine mal; por mucho que ahora no estás de acuerdo -suspiro largamente, se mantuvo durante unos minutos sin mirar a nada en concreto, y entonces sintió una mano tomando la suya y miró a Azirafel, quien parecía apenado de escuchar tales cosas, sus ojos le delataban, pero aun tenia esa sonrisa en el rostro, iluminando aunque todo se estuviera poniendo negro, este le devolvió el agarrar con una enorme sonrisa- pero la parte buena es que puedo poner un pretexto y pasar tanto tiempo como el que quiera contigo.
Azirafel se encogió levemente sonrojado al escuchar que era la causa de tales actos, y para el pelirrojo, fue la expresión mas interesante, bonita e impresionante que pudo ver reflejada en alguien que apreciaba mas que nada en toda la creación.
Entonces pensó en dar el paso, estaba dispuesto a confesarle unas cosas, pero tras los relámpagos y las rayos, iluminando el oscuro mar de nuevos les alerto a ambos.
-Oh Dios... ocurrió algo malo... Lo siento Rafael, ¡te-tengo que irme! -Azirafel alzó rápidamente en vuelo y se fue como vino.
Rafael se quedó sentado observando como el ángel se iba, cuando ya no pudo ver mas a su ángel, dejo de mirar a la nada para levantarse e irse, como el debería haber hecho cuando el cielo se puso negro.
En unos cuantos minutos, había llegado volando a la sala de juntas, o así habían decidido llamarla entre Gabriel y Uriel, y ciertamente, era útil.
Cuando entró, vio a tres de sus cuatro hermanos sentados cada uno en una silla entorno a la mesa redonda, Lucifer no estaban y por sus expresiones, ninguno lucia muy contento.
-Rafael, hermano, tenemos que hablar. -anuncio Uriel antes de alzar la mirada de la mesa.
ESTÁS LEYENDO
The War of the Heaven
FanfictionEl Cielo y el Infierno han permanecido mucho tiempo en una falsa tregua a la que decidieron llamar la Paz, aunque desde los comienzos siempre estuvieron pensando en una guerra que demostrará quienes eran los seres superiores, aunque su plan origina...