A veces, nos ponemos a hablar con la Luna, buscando consuelo, algo que nos escuche, algo que mirar y que brille como los ojos de alguien especial.
Necesitamos estar en compañía, alejados de personas, brillando al son de la luna llena.
A la media noche me despierta el brillo de una Luna llena, que se digna a entrar con propio permiso por mi ventana, sacándome del reino de los sueños. Ella también se siente sola allí arriba, a pesar de estar junto miles de estrellas, y es que a veces, estamos rodeados de miles de personas y estamos igualmente solos.
A veces nos sentimos tan solos, brillantes, llenos o con curiosidad de los sueños de los demás, como la Luna llena.
_;;Momo._