Cap 5

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-Horas antes de entrar a la casa-

¿Todos tienen lo necasario para la explorasión en la casa?

Si.

Todo listo. Dije

Muy bien entonces vámonos.

-Camino a la casa-

¿Se imaginan que logramos observar algo paranormal?

Eso espero Carl.

Yo espero que no, sigo creyendo que esto no terminará bien.

No te preocupes, todo irá bien ¿O no Tom?

Si, todo estaré bien.

Espero que tengan razón chicos.

-Continuación-

¿Tom?

El se había puesto de pie como si nada hubiera pasado.

Oye amigo dime algo.

El no me respondía nada, seguía de espalda por unos segundos.

Comenzó a dar vuelta lentamente...

¿Amigo estás bien?

De pronto Tom gritó muy fuerte y corría hacia mí.

¡Amigo!

Se acercó para golpearme, los primero golpes mo lo pude esquivar por ver el rostro de Tom... Tenía los ojos completamente negros como la niña de antes.

¡Tom detente!

Tom no reaccionaba, sabía que no era el, uno de esos demonios tiene que estar dentro de su cuerpo.

Amigo tienes que luchar contra ti mismo.

Intentaba hacer que reaccione, no lo quería golpear así que solo intentaba esquivar algunos de sua golpes, no todos los pude esquivar.

El me tomó de la camisa y me tiró contra el piso con fuerzas.

Amigo...

Perdóname, no me puedo controlar.

¡Tom!

Por fin había reaccionado.

Amigo lucha contra el demonio.

Corre, mi cuerpo no reacciona.

No te dejaré.

Sin importar que tenía que ayudar a Tom.

¡Mátame por favor!

No amigo, tienes que luchar con el demonio.

De pronto Tom había pegado otro grito.

El se me tiró encima y comenzó a golpearme, tuve que defenderme así que lo dí un golpe.

Le di algunos golpes hasta que se me quitó de encima y pude lograr levantarme.

-Voz-

Usa el salero.

Había escuchado la voz de una chica.

¿El salero?

Tomé el salero de mi bolsillo y estaba preparado.

Amigo, no te quiero hacer daño.

Mátame por favor.

Otra vez se tiró sobre mi para golpearme, hicé caer a Tom metiendo la pierna.

Me puse sobre el y...

Perdóname amigo...

Tomé un poco de sal y la vertí sobre Tom.

El estaba gritando de dolor, casi se la quito pero no debía, si estaba gritando es porque el demonio estaba sufriendo.

Gritó por algunos segundos y luego paró.

Los ojos de Tom habían vuelto a la normalidad.

Dime algo por favor.

Tom me miró y con pocas fuerzas dijo...

Gracias amigo... ahora busca a Carl y salgan de aquí.

Te llevaré conmigo.

No, no podré salir de esta.

El me dio su mano, la tomé.

Su mano estaba completamente fría.

Dios... estás congelado.

Sálvate...

Esa fue la última palabra que dijo Tom antes de morir...

Llorando me despedí de el...

Gracias por haberme apoyado siempre Tom... por favor, descansa en paz.

El Diario De MaríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora