¡PAGARÁS POR ESTO, JIM GORDON!

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Ayuda para unos, perdición para otros, todo depende de qué lado de la burla estés, pues a tontos e intelectuales engaño por igual si no me logran ver ¿Qué puedo ser? (respuesta al final del capítulo)

El gobierno finalmente se dignó a apoyar a la ciudad que sucumbió en el título de "Tierra de nadie" los puentes rotos fueron reconstruidos, las calles y territorios reclamados por los infames delincuentes también fueron recuperados, los ciudadanos que se vieron obligados a evacuar su hogar, regresaron en los barcos, felices de que el control se reestableciera y Gotham prosperó lentamente.

La oscuridad y la locura inherentes a Gotham fueron sacudidas por la buena disposición de los gothamitas, con un nuevo comienzo, el futuro nunca fue más prometedor. Los meses que transcurrieron fueron prueba de ello. El crimen estaba tan controlado que se asemejaba a los tiempos de "tregua" traídos por la Pax Penguina, sin embargo, esta vez la tranquilidad no se le debía al Pingüino. El comisionado James Gordon se desempeñó en su puesto notablemente, la fuerza policial cumplía sus mandatos con firmeza, sometiendo una buena parte de los criminales. Su control sobre la ciudad fue efectivo, casi no había infractor que se escapara una vez que Jim se decidía a ir tras él, casi.

-La vida comienza de nuevo.

-¿Nos ponemos a trabajar?- Habían pactado entre ellos y así lo hicieron.

Oswald Cobblepot y Edward Nygma se convirtieron en la frustración encarnada de Gordon, lo habían hecho en el pasado y en su presente no podían ofrecer otra cosa al detective. Nadie podía detenerlos, sus planes se ejercían con pulcritud procurando no dejar evidencia suficiente para que el comisionado de la policía pudiera encerrarlos.

El escaso bajo mundo que todavía deambulaba en las calles, sabía que no existía mejor equipo de trabajo. La relación que se sobrepuso a las adversidades también prosperaba al ritmo de la ciudad. No había día en que no conspiraran en contra de Gotham. Y no se podía esperar menos del dúo que vieron trabajar efectivamente como Alcalde y jefe de estado, buscando el bienestar de la ciudad en aquel entonces, ahora, unidos para beneficiarse a costa del progreso.

Los buenos ciudadanos que recién se incorporaban a la rutina monótona que alguna vez tuvieron, sabían que era cuestión de tiempo para que las calles se sumergieran en diversos crímenes a pesar de los mejores esfuerzos de Gordon. Oswald y Edward estaban convencidos de su superioridad en el juego. Gordon les seguía la pista pero se reían de su incapacidad para juntar las pruebas necesarias. Todo estaba bien planeado.

No había culpa por entorpecer la prosperidad de la ciudad porque los gothamitas estaban en deuda con ellos y se encargarían de que jamás lo olvidaran. El Pingüino y el Acertijo estaban reclamando con creces el pago por sus nobles servicios durante el conflicto. Una inversión que querían recuperar dada la ingratitud de los ciudadanos. Así que no existía el menor asomo de culpa.

La amistad especial del Acertijo y el Pingüino con el paso de los meses se volvió más íntima y difícil de entender para el ojo inexperto, incluso entre ellos.

Edward se encontraba fascinado con la nueva perspectiva rencorosa de Oswald, el hombre que había visto entregar cuerpo y alma por el bienestar de la ciudad como Alcalde en otro tiempo y señor del crimen, por fin veía que ninguno de los ciudadanos era digno de sus esfuerzos. Puesto que a pesar de poner en riesgo su vida para procurar uno de los territorios durante el abandono gubernamental, la gente le dio la espalda en cuanto las cosas se volvieron más civilizadas.

Por mucho tiempo, Oswald se consideró a sí mismo como un constructor, nunca un perpetrador del caos, Don Falcone le había enseñado que debía existir cierto balance pero ante la destructiva ingratitud se empujó el repudio por la humanidad que siempre intentó ignorar, la misma aversión que Edward cultivó por años bajo su personalidad pusilánime. La reciente misantropía que compartían fungió como el motor de sus fechorías. Nunca estuvieron en mejor sintonía; los días transcurrían y sus ganancias crecían junto a su reputación en el bajo mundo.

UNA DÉCADA (Gotham/Nygmobblepot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora