Muchas personas no entienden lo que pasa por la cabeza de una persona con el trastorno afectivo bipolar. Tenemos que llevar una vida aislada de las demás personas, todo el tiempo vivimos en la locura de la manía o el dolor de la depresión como es mi caso.
La familia y los amigos no siempre son el apoyo que esperamos, se convierten en un mal consejo pero es como todo (como dice mi mama). Yo decidí plasmar las memorias de mi condición y la condición de las personas que he conocido a lo largo de mis crisis.
Marina es una historia interesante y triste pero ayudara a otras personas para entender la enfermedad y sobre llevar los episodios de las crisis.
CAPITULO I
EL DOLOR
Viernes 18 de julio/2014
Marina caminaba perdida y vacía, iba de negro pues reflejaba la oscuridad que lleva por dentro.
Mientras esperaba la ruta que la llevaría a su destino sentía las punzadas de dolor en el brazo, las gotas de sangre bajando por los pliegues. La agonía volvía, volvía con más fuerza.
Ese día resulto ser más frío que de costumbre, la gente se amotinaba contra las puertas del transmilenio empujando y madreándose unos con otros.
Logro tomar asiento se acomodo la maleta que llevaba y de fondo sonaba su canción favorita "Hero"; no podía evitar que sus ojos derramaran lagrimas, el fondo triste y el cabello naranja revuelto. La gente miraba con imprudencia las heridas de su brazo, a marina no le importaba.
Ese mundo en el que se encontraba ahora no podía pensar no necesitaba hacerlo. En ese mundo no había sueños, no existía el hambre, no había sentimientos, el amor no se acercaba ni a una utopía. Solo existía el aire gélido, el miedo y el dolor.
Sentía que era parte de otra cosa, la música la envolvía de una manera inexplicable, veía la gente caminar en las calles afanadas, corriendo y arrojándose peligrosamente a los buses o contra otras personas, que vaina más extraña. Por momentos nada ocurría ni en esas personas o en ella.
Sus lágrimas fluyeron como si sus ojos necesitaran estar húmedos y no por la tristeza que la poseía. Una a una rodaban las pequeñas gotitas por sus pálidas y marchitas mejillas.
Cuando marina finalmente llego al virrey siguió a pie hacia el lugar donde calmaban su agonía, cruzo el puente no sin sentir primero ganas de arrojarse de el sintió el frio hiriéndole en el cuello, sentía que ni la muerte la quería allí con ella.
Las personas caminaban cerca de ella, iban y venían como cuerpos más vacios que el suyo, marina pensaba que al menos todavía se tenía a ella. Miraba los carros que pasaban por debajo del puente, sus colores, rápidos y mortales. Será que alguien se preguntaría que tenía esa muchacha triste de pelo naranja –por qué llorara- bahh a nadie le importa las demás personas.
El viento era hostil, silbaba en sus oídos y el de los demás.
Luego recordó las heridas en su brazo y continúo caminando...
Llego a la recepción, noto que había mucha consulta ya que no había lugar ni para sentarse así que hizo fila y se registro con una señorita de uniforme, entrego sus datos y lleno unas formas de admisión, tomo asiento en la salita de espera y siguió escuchando música. Pensaba en la letra de sus canciones favoritas "bandera blanca y aquí conmigo" y por primera vez en su mundo de fantasía, sintió amor por ella.
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MARINA, VIVIENDO CON TRASTORNO BIPOLAR
RomanceMarina es una joven de 26 años a la que después de una depresión crónica le diagnostican Trastorno Afectivo Bipolar, nos cuenta etapas de su vida y como vive sus relaciones amorosas, nos introduce en el dolor de cada recaìda y de como se vive en un...