Encuentros Extraños

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Touya aceptó la taza que le ofreció su padre con gesto más bien automático, y permaneció por algunos instantes en reflexivo silencio. Fujitaka Kinomoto observó por algunos instantes a su hijo mayor notando su preocupación antes de marcharse a la universidad, por su parte el médico terminaba de desayunar cuando su hermana salió corriendo de su habitación, tan apuradamente como de costumbre...

- "Bueno.. hay cosas y gente que nunca cambia.. ¿verdad monstruo?"-repuso burlón.

- "¿Porqué empiezas desde tan temprano?" –protestó la muchacha- " ¿no tendrías que estar en el hospital?, nunca sueles estar aquí a estas horas.."

- "Hoy ingreso algo tarde" –contestó con rapidez- "¿acaso me estás echando?"

- "No... ¡claro que no!" –dijo rápida- "pero.."

- "Pero el mocoso está al llegar.." –replicó Kero ingresando detrás de su ama- "¿no es verdad Sakura?"

Touya le lanzó una mirada enfadada a su hermana –al igual que Kero que ya se abalanzaba sobre un plato- mientras la pobre muchacha notaba con preocupación que ni su padre ni Yukito estaban allí para salvarla esta vez, cuando en ese instante el sonido de la puerta anunció la llegada de Shaoran y la muchacha corrió a abrirle mientras grandes venas aparecían sobre las cabezas de los otros comensales.

La presencia del joven chino fue gélidamente recibida esa mañana, pero mientras los tres oponentes se miraban antes de romper en ataques verbales –Touya tenía muy presente que este muchacho deseaba arrebatarle a su hermanita con una proposición matrimonial que no estaba dispuesto a permitir- Sakura depositó un extraña maceta en la mesa de centro, mientras corría a buscar una bolsa apresuradamente.

- "Un momento.." –repuso Kero antes de que empezara la discusión, distraído por la extraña forma del objeto- "¿que es eso Sakura?"

- " ¡Es el arreglo floral en que trabajé toda la noche!" –replicó la muchacha mientras corría a buscar algo con que transportar el susodicho objeto- " ¡tengo que mostrárselo a la abuela!"

Tres pares de ojos descendieron sobre el extraño híbrido de color verdoso y ENORMES gotas de sudor aparecieron en cada cabeza.... En verdad, la única palabra para describir el "arreglo floral" era... horrible. Las infortunadas plantas se veían retorcidas más bien en formas que casi inspiraban compasión mientras se inclinaban peligrosamente por los lados y manteniéndose sobre la maceta por puro milagro del equilibrio...

- "¡Trabajé en eso los últimos dos días!" –continuó Sakura desde el fondo del vestíbulo- "¿qué crees que dirá la abuela cuando lo vea Shaoran?"

- "Quizá quede muda de espanto" –murmuró Touya experimentando cierta piedad hacia las infortunadas plantas- "una reacción perfectamente comprensible para cualquiera"

- "¿Y trabajó en eso por dos días?" –dijo Kero en una voz apenas audible- "no quiero pensar como se veía cuando empezó.."

- "No soy demasiado buena, pero espero que les agrade" –dijo recobrando el aliento al ingresar- "¡he puesto todo mi esfuerzo!"

Su mirada verde se encontró con la de su hermano y Kero pero lo que leyó en ambos congeló su sonrisa y le hizo bajar la cabeza.

- "¿Tan horrible está?" –susurró.

- "Se ve algo.. incompleto" –replicó Shaoran antes que los otros pudieran replicar algo, mientras se inclinaba sobre el maltrecho "adorno"- "pero.. ¿me permites sugerirte algo que quizá le ayude un poco?"

- "¿Crees que tenga remedio?" –susurró Sakura sintiéndose avergonzada.

El joven le dirigió una tranquilizadora sonrisa y tomando las delicadas manos de la muchacha entre las suyas, con algunos diestros movimientos y unas tijeras apropiadas, logró que la misma Sakura –siguiendo sus indicaciones- lograra que el ramo tuviera un aspecto más... más razonablemente normal.

En La Torre De TokioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora