Say Yes To Heaven | xiaoyang

To

"Di sí al paraíso."

El chico estaba a su lado, ambos, viendo el paisaje del atardecer, las nubes naranjas ese día lucian perfectas en el cielo azul, recuerda como volteó a ver al chico a su lado, quien sonreía aún viendo el cielo, con el ceño fruncido de confusión, rió y le pregunto que qué había sido eso, por lo que el castaño, sin despegar su vista encogió sus hombros.

“No lo sé, solo es una forma para que aceptes el paraíso...”

“¿Cuál paraíso?”

“Mi paraíso.”

Su cara había sido un poema, he iba a decir algo sobre aquello, sin embargo, de un momento al otro, ya tenía al menor encima suyo, quien sonreía con aquella belleza, aquella forma tan linda, aquella forma que lo atrapó, que simplemente lo dejo sin habla.

“Xiaojun, no se lo que has hecho conmigo, solo puedo decir que me gusta estar contigo, que quiero estar contigo, solo, di que sí al paraíso.”

Sus miedos, sus inseguridades, su ansiedad, todo, absolutamente todo se había desaparecido con aquellas palabras, su mente ya no existía ni nada de lo que él trató de borrar y suprimir estaba, porque había salido disparado, porque nunca sería capaz de borrar lo que el corazón y el alma quieren, porque al escuchar aquellas palabras pudo sentirse feliz, seguro, de que aquellos oscuros sentimientos eran correspondidos, que ya no tenía que fingir más, porque por un momento, no era su razón quien hablaba, era su corazón que latía frenéticamente sobre su pecho, exigiendo lo que deseaba.

Y lo que deseaba era a Yangyang.

“Entonces acepto, le diré sí al paraíso, porque si tu eres el paraíso, podré tener la dicha de tenerlo.”

Y simplemente, lo besó.

Esa fue una muy particular propuesta de noviazgo que Jun nunca olvidará en su vida, sonriendo por el recuerdo, trató de no soltar ninguna lágrima, sus amigos chillaron emocionados, haciéndole despertar.

—¡¿Qué fue eso?! —Gritó uno de los anfitriones de la fiesta. —¡¿Acaso vi al mismísimo Xiao Dejun sonreír después de una década?!

Chittaphon era muy exagerado, llamando la atención de varias personas del pequeño círculo de personas.

Como ya era habitual en él, asistió a otra fiesta,  cortesía de sus amigos Chittaphon y Sicheng, quienes siempre realizaban una de las fiesta más grande a la cual todas las facultades de la universidad querían asistir: la fiesta de fin de semestre, la cual daba inicio a las esperadas vacaciones de navidad y año nuevo.

Negando levemente, Jun tomó de un trago su shot de soju mientras trataba de aclarar lo sucedido. —Simplemente, me acordé de algo.

Recuerdos, de eso se basaban más de la mitad de los pensamientos de Xiao día a día.

Los recuerdos de él antes de que la tormenta terminará con todo, llevándose consigo la paz que tanto le costaba obtener.

Y fue ahí donde los malos recuerdos lo hunden nuevamente en su miseria del día a día.

Xiao era muy miserable, todo el día se lamentaba así mismo, llorando algunas noches hasta caer dormido o no dormir hasta pasadas horas de la madrugada, pensado, en que hizo mal.

Tal vez, si él hubiera aceptado lo que era simplemente muchas cosas cambiarían.

Tal vez, él estaría a su lado.

Había aceptado el paraíso para luego rechazarlo cruelmente.

Apartando la vista de su vaso, miró hacia el frente, donde se encontraba él, bailando en la pista sin ningún obstáculo, él se desenvolvía entre las personas, siendo un hermoso ser del cual todos querían conocer.