Heme aquí, intentado entender como funciona mi corazón. Nunca he tenido sentimientos hacia nadie, creo que nunca los tendré, pues un ser patético y monstruoso como yo que no puede ser comprendido jamás lograría llegar tan lejos.
Comienza otro día, la luz del sol me irrita, la detesto, es normal en mi, detesto todo lo que es hermoso.
¿Por cierto, me llamo Kanato Sakamaki, y tu?
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Estar en una vieja y sombría mansión es cansino, veo que mis hermanos tienen sus pasatiempos, ellos aun siendo seres demoníacos extrañamente pueden encontrar diversión en ciertas cosas que para mi son estupideces, lo odio, odio que sean de esa forma.
Muchas veces salgo a pasear por el gran bosque que rodea la mansión, me logra tranquilizar me resulta magnífico el silencio, me gustan las cosas inanimadas, su silencio me atrae, me resulta cautivador, como los muñecos. Ah, si tengo un oso de peluche, es el mejor, el se llama teddy, me encanta es la cosa que mas amo en este estúpido mundo para gente estúpida y sucia,¿verdad teddy?.
Me creerás loco porque hablo con mis juguetes, pero... Si no es con ellos ¿con quien lo haría? Las personas huyen de mi, hasta mis hermanos me suelen evitar, no se que es lo que hago mal, ellos dicen que soy un histérico niño loco, pero ¡ELLOS QUE SABRAN!? Me resulta disgustante que se refieran a mi de esa forma tan ignorante. Por cierto, son cinco, cinco seres estúpidos e irritantes, Shu, Reiji y Laito son mis hermanos mayores, me dan asco. Luego estan Ayato y subaru mis hermanos menores, ayato que de cierta forma lo tolero un poco pero es un idiota, aunque de este último se puede decir que le tengo un cierto afecto ¡PERO NUNCA DIJE QUE LO QUERÍA ENTIENDEN!? No puedo creer que piensen cosas sin saber. Por esto preferiría que desaparecieran todos y solo estuviéramos mis muñecos y yo.
Todos los días voy al cementerio, voy a visitar a mi querida madre, en verdad no me importa que se haya muerto, a veces quisiera que estuviera viva para que hablara conmigo o jugará conmigo... La maldita nunca lo hacía, me tenia como su trovador personal, candole aquí y allá, pero por lo menos haciendo eso sentía que ganaba algo de importancia para ella, me gustaba obedecerla por muy dura que fuera conmigo porque era tan tonto que pensaba que algún día me veria como su hijo.
Recuerdo que solía jugar solo, a veces juegaba con mis hermanos pero ellos nunca entendían mi forma de ver las cosas asi que simplemente me encerraba en mi habitación jugando con mis muñecos, ellos podian pensar como yo, ya que yo era quien los controlaba, me encanta.
Pero... Esos tiempos ya han pasado y yo sigo estancado en ese lugar tan terrible.
