Hipersomnia [3ra Temporada De Heaven]

4; "Luego de tanto"

Nueva York.

—Un frapuchino y dos muffins de frutos del bosque para la mesa 15!

Gritó Jisung en su no-idioma-natal pero que igual controlaba bien.

Hacia varios años se había mudado a Nueva York con planes de olvidar malos recuerdos de Corea.
Si bien,su hogar en Corea ya no era el mismo,todo le recordaba a ese chico.
Ese chico que lo había dejado roto y sin señas de vida.

Entregado al alcohol fue como lo vio por ultima vez.
Sentado en una banqueta, llorando y con una botella de licor en la mano.
La escena aunque era lamentable y lastimera,Jisung no quería recordarla.
Aunque lo hacia cada vez que veía a gente en esa situación.

En sus tiempos libres,Jisung iba a centros de rehabilitación como apoyo a esos jóvenes que al igual que el,cuando necesitaron ayuda,nadie estuvo ahí.

Jisung recuerda aquella frase que le decían "Si un adicto te da un consejo, tomalo. Te está diciendo lo que antes a el jamás le dijeron"

Por lo que iba de apoyo moral y emocional,escuchar a la gente era algo que hacia bien.

Trabajaba medio turno en una cafetería cerca de su hogar,luego volvia para en la tarde cuidar de los perros de su vecina.

Y hablando de su vecina,la mujer le mencionó que se iría de vacaciones y que podría llevarse a los perros,por lo que Jisung quedaría sin ocupación en las tardes, eso lo preocupaba,no le gustaba estar solo.

La soledad le acompañaba con su amigo los recuerdos tóxicos y su hermana la tristeza.

Así que trataba de estar sólo el menor tiempo posible.

Al finalizar la jornada del día,caminó hasta su hogar, tomando el tiempo de ducharse,comer algo y luego ir con su vecina,no sin antes ver como un auto aparcaba frente a su casa.
Nadie bajó, por lo que cerró con llave la casa y sacó la llave de repuesto de un florero.
Si era un ladrón,al menos que batallara un poco para abrir.

Cuando su vecina se fue al trabajo y quedó solo con los tres perros y las crías de estos,se detuvo un momento para observar por la ventana,vio a alguien bajando del auto,un encapuchado.
Su rostro apenas y se veía por su cabello rubio casi tapándole los ojos,además el cubrebocas no ayudaba mucho.

Se dirigía a la puerta de su casa,pero ahí se detuvo,por largos minutos con gesto de querer tocar,pero no lo hizo,se inclinó y revisó bajo el tapete, no había nada obviamente.

Trató de abrir ventanas,entrar al patio trasero. Nada funcionaba.

Jisung agradecía que su casa era como un laberinto a veces.
Además,con un perro pastor aleman atado atrás,con un ladrido mas fuerte que la alarma sísmica,quien se metería?

El chico volvió a la puerta de entrada,Jisung se  alarmó cuando el chico le atrapó mirando por la ventana,y se comenzó a acercar a el.

Tomó la correa del perro pitbull de su vecina y acercó al perro a la puerta,éste  comenzó a ladrar,el chico estaba frente a la ventana,saludando con la mano con una lenta y misteriosa velocidad,Jisung se lamentaba haber visto tantas películas de terror. Ahora moría de miedo.

El perro continuó ladrando,el chico no se alejaba,hasta parecía que le divertía asustar a Jisung.
Jisung se acercó al teléfono sin alejarse mucho,cuando sintió su celular vibrar.

Era un mensaje.

Número desconocido;

"no se te ocurra tomar ese teléfono."

Jisung temblaba,ese tipo tenia su número de teléfono. Entonces una llamada entró y vio al tipo indicándole que contestara.

Al responder,una voz lenta y ronca le pronunció muy bajo;

—Sal por las buenas,o tendré que entrar por ti.

Jisung de nuevo entró en pánico y dejó su caer su celular, la cerradura de la puerta se giró, maldecía no haberla cerrado con seguro,el perro aumentó el volumen y furia de sus ladridos. Cuando la puerta se abrió,dejó ver un hombre, y el tipo de la ventana atrás de el.

Era una silueta que conocía, pero no recordaba donde la había visto. Eran unos hombros anchos,un cabello teñido con tonalidades verdosas y su piel era muy blanca.

—No me harás entrar por ti, o si?

Jisung no podía creer estar escuchando su voz luego de tanto.