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Ahí se encontraba Wendy, triste una vez más porque ya no le entraba completo su pantalón favorito, quería llorar porque era tan difícil encontrar un pantalón que le quedará de una forma a la que a ella le gustará pues sus piernas engordaban con frecuencia, al igual que su rostro dejándole así unos lindos y notables cachetes. Se sentía un tanto desesperada porque tenía que encontrar ropa que le quedará bien para ponerse o sino llegaría tarde a su primer día de trabajo.

Wendy consiguió un trabajo de medio tiempo en una cafetería, necesitaba conseguir dinero para poder comprar sus propias cosas, ya que  le daba vergüenza tener que pedirle a sus padres y que estos le preguntarán para que lo quería, también le resultaba bien ya que así aprende a independizarse y por la razón más grande que lo hacía era porque también necesitaba estar tiempo fuera de casa, no es como que ella tuviera muchos amigos con los cual salir y siempre se aburría estando sola en casa, ella quería hacer algo productivo y sus padres trabajaban mucho tiempo, además de que es hija única, no tenía realmente a nadie para socializar en casa y le daba miedo quedarse sola todo el tiempo.

Una vez que terminó de alistarse salió de casa y se encaminó hacia la cafetería en la que trabajaría, camino unas cuadras hasta llegar a la estación de buses, tomar uno y que esté la dejará más cerca de su destino.

Wendy iba algo nerviosa ya que por ser la primera vez en trabajar, sentía que no iba ni poder hablarles a los clientes fluidamente sin tartamudear, tenía tantos pensamientos en la cabeza que no se dio cuenta que ya había llegado, hasta que unas cuantas personas empezaron a bajar.

Tampoco se dio cuenta de que una linda chica no había despegado sus ojos de ella y se bajó donde mismo.

Cuando bajó caminó una cuadra y enfrente de ella estaba la vitrina en dónde había una variedad de rebanadas de diferentes pasteles, cupcakes, galletas, y muchos otros tipos de postres. Sé sintió feliz de trabajar en una cafetería, pero recordó que no podría comer lo que veía ya que iba a trabajar allí, así que sin más entró.

Irene

Estaba de camino hacia la estación para tomar un bus ya que había hecho una pijamada con Seulgi, pero tuve que irme debido a que ella estaría ocupada. El camino fue muy tranquilo hasta que vi a una chica bajando del bus y me pareció demasiado linda y sin saber el por qué mi cuerpo simplemente me  llevo hacia donde ella se dirigía, quizás suene muy tonto, pero no tenía nada que hacer y quizás así conseguía mirarla un poco más de cerca y conocerla.

No era normal que me sintiera tan atraída por alguien con verlo solo una vez, soy muy indiferente con la ganete pero ésta chica tenía algo que hacía llamar mi atención, al verla siento que ya la he visto antes en algún otro lado.

Sin perder el tiempo fui caminando unos metros atrás de ella, hasta que finalmente ví como entro a una cafetería que me gustaba visitar por sus ricos postres, tenía la excusa perfecta para ir. La cajera ya me conocía por ir muy seguido, así que entré, tomé asiento fingiendo estar en mi celular, pero viendo a todos lados la ví hablando con la muchacha que estaba a cargo, después ella entró a un lugar y regresó con un mandil y una gorrita que la hacía ver muy linda para ser sincera.

Estaba sentada esperando a que alguien me atendiera y que con suerte fuera esa chica tan linda, pero estaba tan adentrada en mis pensamientos que me sobresalté de la voz que me habló.

— B-buenos días, disculpe que le hable así tan tímidamente es mi primer día aquí, pero dígame ¿quiere un menú o ya sabe lo que va a pedir?

Era ella, estaba hablándome y me sentí muy tonta al escuchar lo linda que era su voz y lo muchísimo más linda que se veía de cerca. Mierda, seguro pensará que tengo algún problema o algo, me quede observándola pero contesté lo más rápido que pude.

— No te preocupes, seguro que lo harás muy bien incluso siendo tu primer día y me gustaría ordenar un cheesecake y una malteada de fresa, por favor.

— Gracias, en seguida se lo traeré.

La chica fue rápidamente hacia la cocina y con mi mirada la seguí, de verdad que debería parar de mirarla así, pensará mal de mi.

Wendy

Cuando llegue al trabajo no me sentía nerviosa porque ya había ido antes y toda la gente que trabajaba ahí era súper amable, pero cuando tuve que atender a mi primer cliente al ver de quién se trataba me sentí muy torpe.

Era Bae Irene la chica que me gusta y odio por gustarme porque es una mala persona, pero cuando la atendí fue tan amable que quizás y solo fui yo quien la ha malinterpretado todo este tiempo, me sentí mal por aquello pero aún me sentía muy nerviosa porque jamás había entablado una conversación con ella y jamás la había tenido tan cerca de mí.

Podría jurar que es la chica más bella que he visto o que exista en todo Corea, incluso si no es una idol (según XD) es de lo más hermosa y me sentía muy intimidada de tenerla tan cerca de mí, pero estoy segura de que a ella no han de interesarle las chicas y menos una como yo.

Pido disculpas si hay mala ortografía o redacción, no soy muy buena en esto pero quiero escirbir algo.

cam ✿

花嫁  » wenreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora