En los ojos cerrados que esperan o no, está el bajón total en oficio.
La postura torcida tal cual rama seca, los bultos entre el cuerpo y la cabeza que pretende ocultarse. Los dedos que aletean sobre labios florecidos.
El dolor que no acaba detrás de mis ojos, busca huir y se esconde en la oscuridad, pero no puede cerrar sus dobles párpados.
Hay algo- todo/ que no puedo ser. Siempre.
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/ esto lo escribí sin pensar un día x hace mucho tiempo, intentando describir mis sensaciones pasadas, y justo en este momento leerlo me reconforta y lo entiendo mejor que antes, porque lo viví. Tuve un momento ansioso esta semana y justo parezco haber relatado lo que ocurría mientras no podía dormir./