=Mi Pequeña Presa/Perdóname= [WonHa]

17~8

—Ya llegué —avisa Sojung entrando al departamento.

Las dos menores salen de su respectiva habitación para recibir a sus dos mayores, sin embargo, al llegar a la sala se percatan de que la rubia llegó sóla.

—¿Y Yerin Unnie? —cuestiona Yuna algo extrañada.

La mirada de la rubia expresa trsiteza, se queda quieta y no responde.

La menor de todas se acerca a ella al notar éso.—¿Qué pasó, Unnie?—cuestiona tranquilamente.

Sojung la mira y suspira profundamente.—Ella y yo...

[FLASHBACK]

—¿Qué cosas vas a comprar, Unnie?—pregunta la castaña con una sonrisa.

—Un regalo para Umji—responde con la mirada al frente.—Olvidé comprarlo ayer—risita.

Yerin también ríe.

Ambas chicas caminan tranquilamente por las calles buscando el regalo perfecto de la menor. Risas y bromas entre ellas se hacen presentes.
Después de buscar por varios lugares, encuentran el regalo perfecto, lo compran, lo meten en una caja adornada y esta la meten en una bolsa negra para que pase desapercibido por las menores al llegar al departamento.
El camino de regreso es tranquilo y silencioso. Ninguna dice nada por unos minutos, hasta que una de ellas decide hablar.

—Unnie—pronuncia con voz suave.

—Dime—voltea a mirarla.

—Han pasado tres años...—hace una pequeña pausa.—Y aunque no formalizamos nada y no hemos hablado del tema, sabes que yo aún siento algo por ti.

Lo dicho por la castaña provoca que la mayor detenga su paso al mismo tiempo que la castaña.

—Yerin yo... —Intenta decir pero no encuentra las palabras adecuadas para responder.

La relación entre ambas chicas es un tanto inusual. Ha habido besos, caricias traviesas y unas cuantas insinuaciones pero nunca han formalizado nada, y mucho menos dicho lo que sienten la una por la otra nuevamente.

—¿Aún sientes algo por mi?—cuestiona esperanzada.

—Sí—la mira a los ojos.—Pero...—detiene su habla.

—¿Pero qué, Unnie?—se acerca a ella y la toma de las mejillas.—En el pasado no pudimos tener un noviazgo decente debido a lo que pasó, te esperé por años y cuando volviste, de nuevo no pudimos tener algo por distintas circunstancias, y seguí esperando—acerca su rostro al de Sojung.—Te he esperado por mucho tiempo, Unnie. Me gustas como el primer día—habla en voz baja sobre los labios de la rubia.—No es lo mismo besarte sin compromiso, quiero que lo nuestro sea serio—y concluyendo sus palabras, pega sus labios con los de Sojung formando un beso lento pero profundo.

La alta disfruta el sabor de los labios de su amiga, inconscientemente posa sus manos en las cintura contraria y la acerca más a ella.
El corazón de ambas late rápidamente debido a la emoción y el sentimiento que se transmite a través de su beso. El tiempo parece haberse detenido, y el mundo a su alrededor ya no existe.
Ambas se sumergen en su mundo y todo parece ir bien, hasta que un pensamiento sumamente inesperado llega a la cabeza de Sojung: la imágen de aquella chica en silla de ruedas que vió en la ceremonia de graduación de Yewon. Aquella chica que la mayor piensa, es Jung Eunbi.

En ése momento la rubia detiene el beso separándose de Yerin casi bruscamente, dejando a la de piel de porcelana confundida.

—¿Qué pasa, Unnie?—inquiere con preocupación.