Prólogo

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Lo único que recuerdo es aquella luz resplandeciente entrando por la ventana de mi habitación, seguido de un estruendoso sonido que apagó no solo mi vida, sino la del mundo.

Es el 2023, las ciudades ya no son lo que eran, la humanidad se ha extinguido casi por completo. Y los que quedamos, vivimos escondiéndonos para evitar la captura y muerte segura.

Han pasado ya 3 años desde aquel suceso que terminó con la ruina de nuestro mundo como lo conocíamos.

La organización Hermes una sociedad secreta que ha estado manejando las élites mundiales desde el origen de los tiempos, ha sido el responsable de esta catástrofe. Una Orden cuyo objetivo es acabar con los hijos de mercurio.

Mi nombre es Adam y fue este año que descubrí que soy un viajero interdimensional, y no uno con una máquina o traje espacial sino, uno real, al igual que mi madre.

La organización Hermes ha capturado y aniquilado millones de personas a lo largo de la historia, no solo asesinando o secuestrando viajeros, sino a cualquiera que amenazara los resultados de su trabajo, al fin y al cabo esta situación se convirtió en la perfecta excusa para eliminar a un enemigo.

El 2020 Hermes ya había alcanzado su auge y la aniquilación se convirtió en una caza continua.

Millones de personas desaparecidas alrededor del mundo, muchas víctimas de la vida, pero muchos otros, solo eran culpables de nacer como yo.

Para el 2020 Hermes, lanzó una virus mortal, una bomba biológica que no causaba destrucción, pero sí la muerte paulatina y masiva. El objetivo era identificar a los viajeros como yo, ya que resultamos inmunes por el tipo de anticuerpos que poseíamos, y enfermar un planeta con tal de encontrarnos para disposición de sus planes, era un costo que estaba dispuestos a pagar.

Habían recaudado los fondos necesarios para crear un arma de aniquilación con efecto biológico, imitando resultados similares a los accidentes nucleares de años anteriores como el de Chernóbil o pandemias como las grandes de Europa.

Hermes había construido refugios para albergar no más que una parte de la población total del planeta. Solo aquellos privilegiados y sus familias podrían optar por ellos.

Era noviembre cuando el virus fue lanzado y para cuando terminó el año ya se había extendido por todo el mundo.

Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, el virus alcanzaba cada rincón a una velocidad que no estaba estimada y al final todo se salió de control. Acabando así con toda la vida en ella. Excepto con nosotros y alguno que otro humano.

Desde entonces he escapado, ocultado y sobrevivido. Quizás mañana me atrapen o quizás no, lo único que sé es que deseo en mi corazón que todo volviera a ser como antes.

El último círculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora