Único capítulo.

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Suaves cuchicheos se esparcían por la escuela. La más nueva noticia se expandió a la velocidad de la luz, llegando a boca de todos en cuestión de horas. Como todo buen rumor, se escurría por los labios de los alegres estudiantes del curso 1-A. ¿Y cómo sino? Después de todo, al fin aquello tan esperado había ocurrido. Ochako e Izuku salían y todos lo festejaban.

— Ya era hora. Se la pasaba hablando de él todo el tiempo. — Dijo el chico de múltiples brazos.

— ¡Y como lo mira! ¡Es tan tierno! — Habló Mina.

— ¿Cómo ocurrió? — Preguntó un interesado.

La joven se había declarado dos días atrás en el patio de la institución, decían. Había llegado sonrosada y temblorosa, con bombones caseros y una sonrisa tímida. Así, con dulzura, le confesó el sentimiento de amor que llevaba cargando desde hacía bastante. El joven, anonadado, aceptó su declaración, y salían desde entonces.

Todos sus compañeros estaban de lo más felices, todos a excepción de uno.

Katsuki no daba crédito al rumor. No podía ser cierto, ¿verdad? Deku no podía estar con ella. Simplemente no y no.

Pero fue entonces cuando las puertas de la entrada se abrieron de par en par que una tierna pareja hizo su aparición. La vista del rubio cenizo se detuvo en las manos entrelazadas de los recién llegados. Luego, subió a sus mejillas ruborizadas, y finalmente se estacionó en los ojos del chico. En ese mar esmeralda tan transparente y bello. Sólo necesitó ver los brillantes ojos de su acompañante para encontrar una explicación a todo eso.

— ¡Que vivan los novios! — Exclamó Denki alegremente.

Pronto, varios otros se unieron a las felicitaciones. Desearon lo mejor a la recién formada pareja y los acompañaron al salón. Atrás, rezagados se encontraban Aoyama, Kirishima y el apodado "Kacchan".

— Ya era hora, ¿no crees? Los sentimientos de Uraraka se notaban a varias leguas. — Ejirou miró a los chicos con una pequeña sonrisa, ajeno a la mueca de su amigo.

A pocos metros, Aoyama negaba levemente con la cabeza, notando algo que otros no querían admitir, o simplemente no vieron. Katsuki solo sonrió con un gesto totalmente distinto al de Kirishima al haberse percatado de lo mismo que el rubio.

— Esto no resultará bien, moun amies. — Dijo el resplandeciente chico tras suspirar.

— ¿Qué dices? Ellos hacen una linda pareja.

»Si tan solo te dieras cuenta...«. Pensó mirando al entusiasmado Ejirou.

Con las clases a punto de comenzar, los adolescentes ingresaron a su salón. Tomaron asiento rápidamente, para ver como tiempo después ingresaba el profesor Aizawa quién se paró en el centro del lugar aún dentro de su querido saco de dormir y dio por iniciada la clase.
La lección del día transcurrió monótonamente, no hubo nada que resaltar. O al menos desde el punto de vista de Bakugou, quien encontraba mas interesante ver a su pecoso compañero sentado junto a su novia un par de asientos adelante. Ella le dirigía miradas tiernas de cuando en cuando, pero el otro no parecía muy atento a ello. Deku se limitaba a anotar apuntes y murmurar palabras indescifrables para el de cenizo cabello.

Sin saber cuando ni cómo transcurrió tan rápido el tiempo, Katsuki oyó la campana, anunciando el receso. Pronto los estudiantes pusieron rumbo a los pasillos entre animadas charlas y risas. Fue entonces cuando una idea cruzó la cabeza del de explosivo quirk. Su cuerpo se movió por cuenta propia, y lo próximo que notó fue su propia mano zarandeando el hombro del heredero de "One For All". Izuku Midoriya volteó sorprendido, poniéndose nervioso al cruzar miradas con el contrario. Su pareja también estaba sorprendida, y así mismo, lucía preocupada y algo asustada. Quizá temía que estallara una pelea o alguna discusión ridícula entre ellos, por lo cuál Katsuki se apuró en hablar.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2019 ⏰

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