Su garganta ardía, estaba completamente seca, sus labios eran como un árido desierto, y todo su cuerpo se estremeció.
Sostenía la cámara con tanto profesionalismo, pero realmente en esos momentos no sabía que hacer.
Quería dejarla de lado, tirarla al suelo y tomar para sí lo que sus ojos tenían enfrente, deseaba hacerlo.
-¿Realmente estás tomando fotos cariño?
Su delgada voz hizo que se sobresaltara ligeramente.
-No me provoques.
De nuevo su voz hizo eco, pero con una ligera risa.
-¿Trabajo es trabajo no es así amor?
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TERZA - EMILIACO (OS)/EN EDICIÓN
RomansaSer fotógrafo jamás había sido tan divertido. OS +18 Emiliaco. 3 Partes