─Tae...diablos,vas a matarme si sigues así. ─Comentó el pálido al cerrar sus ojos mientras dejaba sus manos aferradas al cuello de la camisa su pareja.
El mencionado no supo hacer más que sonreír al tomar unos centímetros de distancia con el pálido y ver la expresión que adornaba su rostro. Este mismo apretó su agarre a la cintura de su mayor, acercando su nariz al cuello del contrario mientras recorría el mismo lentamente logrando llevarse un poco de la dulce fragancia que emanaba de este. Sintiendo su abdomen contraerse se dispuso a pasar una de sus palmas por debajo de la camisa del contrario, encontrándose con la fresca y suave piel de su espalda baja al mismo tiempo que escuchaba un suspiro provenir de los labios de aquel mayor.
─Hyung, tu tampoco deberías darme esa mirada cuando apenas pongo mis manos en tus caderas..
─Pero Tae...
Y fue todo lo que había logrado decir,ya que la nariz del moreno había sido reemplazada por los labios de este, causando que un escalofrío pasara por toda su espina dorsal. Si había algo que le gustaba era la atención que el moreno le daba en los momentos que podían pasar juntos. Más aún cuando eran de aquel tipo, acompañados de unas cuantas caricias dulces y otras un tanto más subidas de tono. Yoongi se encontraba sentado en una banqueta lo suficientemente alta como para poder rodear la cintura del más alto con sus piernas y así mantenerlo cerca, queriendo que continuará con aquello aunque fuera el lugar menos indicado para seguir.
─Hyung.. Últimamente estuve sintiendo muchas ansias con respecto... a marcarlo.
Pudo jurar que en ese momento se le había cortado parte de la respiración al oír tales palabras.
─¿Como quieres marcarme?.─Preguntó este mientras tragaba con fuerza al sentir unos dientes rozar contra sus clavículas.
─Amo tanto el color de su piel Hyung... Pero me gustaría ver que tuviera.. Un par de colores extra.
Y era que esa idea no era tan mala desde su punto de vista. Con tan solo imaginar que aquella piel de azúcar tuviera el rojo y violeta mezclado con su hermoso tono hacia que su cerebro dejara de pensar con franqueza para querer lanzarse sin cuidado sobre el pelo negro. Aunque hasta el día de hoy se había sabido contener para mostrarle al mayor lo dulce que podría llegar a ser si se lo proponía.
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─Oh~TaeTae~joder.. Más fuerte tae~
Suplicó el muchacho de piel pálida al sentir como una nalgada era depositada en su ahora sensible piel,dejando sus pensamientos racionales aún lado para disfrutar de ello sin nada más que lujuria. Las embestidas se hacían cada vez más dolorosas al querer tocar la parte más profunda del muchacho allí tirado,cada golpe,cada gemido que retumbaba en las paredes de aquel cuarto y cada roce entre su sudada piel contra la del contrario, el dulce sonido de estas chocar, que acompañaba al rítmico golpeteo de la cama contra la pared.. No ayudaban a que alguno de los dos quisiera terminar rápido.
