Pesadilla De Media Noche

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La noche era fria y clara bajo la luz de una luna llena que se reflejaba en el agua, a lo lejos se escuchaban algunos pokémones salvajes que debian haber despertado por el sonido que causó Liria.

Luis: Liria toma mi mano porfavor, juntos podremos hacer lo que sea.

Ella apartó mi mano y bajó la mirada.

Liria: No.

Luis: ¿Entonces este es el fin? ¿Aqui acaba nuestra aventura juntos?

Liria: Luis lo hago por tu bien, no soy una Kirlia normal y no quiero darte más problemas.

Luis: *Con lagrimas en los ojos* Pero yo queria protegerte y hacerte fuerte, no importa lo que cueste se que podria...

Liria: *Interrumpiendo* ¡Ya te dije que no! Todo este tiempo quise fingir que podias ser mi maestro pero no puedes, nunca te vi como uno.

Luis: ¿Es porque soy debil?

Liria: Es porque nadie puede entrenarme, además sin mi te ira mejor y podras tener varios pokémones para luchar en los gimnasios.

Luis: De alguma forma sabia que esto pasaria, y aunque debemos separarnos espero que algun dia pueda volver a encontrarte.

Liria: Gracias, ahora debes irte, lo mejor será que no se cumpla lo que dijiste.

Luis: Dame un momento, ire por algo a la posada y volvere, no me tardaré.

Liria: Como gustes.

Corrí a la posada a sacar de mi mochila un gran trozo de jamón que habia comprado, al menos le daria eso como ultimo regalo tras todo lo que pasamos juntos.

Pero cuando volvi ella ya no estaba, la busqué pero ella no estaba por ninguna parte.

Liria: *Escondida en un arból y pensando* Perdoname por esto Luis, pero conmigo jamás cumpliras tu sueño.

Luis: ¡Liria! Porfavor vuelve... dejame despedirme de ti una vez más.

Como no aparecia dejé el trozo de jamón encima de un tronco y me alejé del bosque mientras gruesas lagrimas recorrian mi rostro.

Luis: *Pensando* Me convertiré en el mejor entrenador de la historia, es una promesa Liria...

Apenas pude dormir aquella noche, sentia que algo en mi interior habia muerto y ningun otro pokémon podria reemplazarla.

A la mañana siguiente pensé algun tiempo en que haria, necesitaba un pokémon para poder seguir luchando asi que pensé en salir a buscar alguno debil al cuál entrenar y fortalecer.

En el camino vi una parvada de spearrows sobrevolando el cielo, intentar atrapar uno de tantos facilmente haria que todos me ataquen, digo ¿Quien haria eso? (Salvo que seas un niño de 10 años con una rata electrica de mascota, claro).

De pronto aparecio un rattata de entre los arbustos, era mi oportunidad.

Luis: ¡Pokebola ve!

El rattata fue encapsulado en la pokebola pero logró liberarse tras no mucho esfuerzo.

Luis: Agh... bien intentemos de nuevo, ¡Pokebola ve!

Ocurrio nuevamente lo mismo y el rattata escapó escondiendose nuevamente entre los matorrales.

Me senté un momento a un costado del camino, no dejaba de pensar en que habia hecho Liria ¿Que pasaba si volvia a encontrarse con un pokémon poderoso y no podia escapar?

Mientras pensaba salió a mi encuentro un pidgey, una vez más debia intentarlo.

Luis: Tú no escaparas, ¡Pokebola ve!

El pidgey usó golpe aéreo y nos lanzó tanto a mi como la pokebola lejos, lo cuál me puso furioso.

Luis: Ahora veras, ¡Pokebo...!

Me detuve en ese instante al ver que la pokébola que habia cojido era mi prototipo que usé para almancenar a Liria.

Luis: No puedo usar esta para atraparte... por alguna razón no puedo.

El pidgey me miró de forma extraña y se alejó volando.

Regresé a la posada con el mismo vacio que tenia desde la noche, fui a comer algo al comedor, habia varios hombres hablando entre si y una agente de policia que interrogaba a todo el que podia.

Luis: *A la dueña* Un plato de comida porfavor, y un vaso de agua.

Dueña: Enseguida joven.

Me senté y pude escuchar una charla de dos hombres que estaban cerca de mi.

Hombre 1: La situación no podria ser peor, pero nadie puede hacer nada.

Hombre 2: Solo nos queda proteger a nuestros pokémon, aunque escuché que buscaban algunos en especifico esta vez.

Hombre 1: ¿Algo de una petición de pokémones psiquicos? Bah, esos tipos estan locos, solo deseo que los atrapen lo más pronto posible.

¿Pokémones psiquicos? ¿Proteger a los pokémons? ¿De que hablaban esos dos sujetos?

Mientras pensaba la dueña me trajó la comida.

Luis: Gracias.

Hombre 2: Lo más molesto es pensar que aquellos pokémons que no les sirven los matan para crear productos en el mercado negro.

Luis: *Acercandose* Disculpen ustedes dos, pero ¿De que hablan?

Hombre 1: De la reciente desaparición de pokémones psiquicos cerca del pueblo, al parecer una tal asociación criminal los busca para obligarlos a ser suyos o matarlos y venderlos como adornos.

Luis: ¡Eso es terrible!

Rapidamente pensé en Liria, ¿podria ser que...?

Sali corriendo del lugar tras pagarle a la dueña, debia asegurarme que Liria estaba bien asi debiera buscar por todo el bosque.

Ya nada más importaba, solo queria que ella estuviera a salvo de cualquier persona o pokémon que quisiera lastimarla asi ella no me pidiese ayuda.

Mi Amor Es RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora