Mysteriously mysterious mysteries

64 4 3
                                    

El piso de madera crujió bajo su peso.

La casa era vieja y deteriorada. Eliot observó distraídamente a su alrededor, tratando de averiguar quién de los cinco tendría la desafortunada suerte de ser el que tendría que limpiar medianamente bien la sala de estar para que pudieran grabar la introducción del video. Las escaleras que llevaban al segundo piso estaban parcialmente rotas, por lo que Eliot rápidamente supuso que solo él y Benedict serían los que se aventurarían arriba, dejando a los demás en la seguridad del primer piso.

—¿Alguno de ustedes puede recordarme de quién fue la idea de venir aquí? —preguntó Charlie, mientras terminaba de acomodar su estación de trabajo en el recibidor, lo más cerca posible de la puerta—. Este lugar parece que se va a caer a pedazos en cualquier momento.

Charles "Charlie" Adams, una de las personas con demasiado tiempo libre que se había sumado a su equipo de lunáticos y que además era el encargado de todo lo relacionado con la edición de los videos, así como del mantenimiento técnico de todos los equipos.

—Fue idea de Rose —respondió inmediatamente Benedict, ajustando la cámara que colgaba sobre su pecho—. Ella dijo que este lugar era el sitio más embrujado de toda América y que sería un desperdicio que no viniéramos.

Benedict Lewis, su co-anfitrión. Ambos eran los únicos de todo el equipo que aparecían ante la cámara en todos los videos. Benedict era el que menos trabajaba en el mantenimiento de su canal de YouTube, pero nadie estaba dispuesto a quejarse pues era él quien aportó gran parte del dinero que gastaron en sus equipos de investigación paranormal, además de las cámaras y las grabadoras de audio.

—¡Eso es mentira, idiota! —exclamó Rose, dejando la videocámara sobre una pequeña mesa de madera que había en el centro de la habitación, cruzándose de brazos y observándolos con indignación—. Les sugerí este lugar, pero nunca los obligué a venir.

Rose White, camarógrafa estelar y la que se encargaba que ninguno de ellos muriera en la creación de estos videos. Eliot comentaría algo acerca de la poca cantidad de trabajo que hace, pues en cierta forma solo sostiene la cámara, pero aprendió la lección de no quejarse después de que Rose casi le rompiera las costillas cuando se atrevió a decir algo al respecto.

—Oh vamos, Rose —murmuró Benedict, sonriendo con ironía—. Todos aquí sabemos que tus sugerencias nunca son realmente sugerencias.

—Pudieron haber dicho que no querían venir —siseó Rose—. Que yo sepa todos ustedes son lo suficientemente maduros e independientes como para tomar sus propias decisiones.

—Llevarte la contraria es como discutir con una pared —replicó Benedict—. No hagas parecer que esto es nuestra culpa cuando no lo es.

—Dejen de discutir —susurró Emily, soltando un suspiro de cansancio antes de levantarse de su lugar al lado de Charlie, acercándose a ambos y posicionándose entre ellos—. Por favor, no agreguemos más historia tétrica a este lugar al asesinarnos mutuamente.

Emily Henderson, guionista e investigadora. Era la que se encargaba de recopilar toda la información y contexto histórico de los lugares que visitaban. Ella introducía los videos relatando la historia del lugar, pero lo único que salía en los videos era su voz, pues Emily siempre huía de la cámara. Y a pesar de que eran raras las ocasiones en las que Emily salía físicamente en sus videos, todos sus fans la adoraban. Eliot pensaba que simplemente era humanamente imposible no amar a Emily.

—Siento que el techo se va a caer encima de nosotros en cualquier momento —interrumpió Charlie, observando a su alrededor con suspicacia—. Emily tiene razón, dejen de discutir y comiencen a grabar para poder irnos de aquí.

Mysteriously mysterious mysteriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora