YoonSeok

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HoSeok se recostó lentamente sobre la roca caliente que sobresalía al borde del riachuelo del cual había salido segundos antes, su cuerpo estaba empapado y el contacto con la superficie caliente se sentía demasiado bien. Tenía los ojos cerrados con el rostro mirando hacia el cielo, podía sentir los rayos del sol de verano contra su piel morena, el sonido constante del agua cayendo de la pequeña cascada que daba inicio al río y el olor a las flores que rodeaban el pequeño cuerpo de agua lograban darle tranquilidad como casi nada el mundo.

Le gustaba ir a nadar al pequeño lago, el agua le ayudaba a despejar su mente y pensar mejor las cosas, y vaya que últimamente tenia mucho en que pensar.

No había nadie que le molestara ahí, en realidad muy pocos conocían de la existencia de aquella cascada por lo que el moreno la tenia solo para disfrute suyo. HoSeok la había descubierto casi por accidente cuando tenía nueve años y buscaba refugio de los regaños de su madre adentrándose en el bosque detrás de su patio. La única otra persona a la que HoSeok le había contado de su existencia además de su hermana era a su mejor amigo, Min YoonGi.

“YoonGi” pensó. Él era la razón por la que se encontraba allí en ese momento.

Había estado evitando al azabache desde la fiesta de cumpleaños de NamJoon. ¿Como iba verle después de lo que había sucedido entre ellos?

El solo hecho de recordarlo provocaba que el calor subiera a su rostro tiñendo sus mejillas de rosa.

A principios de verano HoSeok se había cuestionado cuáles eran sus verdaderos sentimientos hacia el azabache, y de no haber sido por una larga plática con NamJoon acompañada de unas botellas de soju (las cuales había tomado de la alacena de su padre) y las rebuscadas palabras de su amigo; HoSeok no habría podido admitir que, en realidad, se había enamorado de su mejor amigos desde años atrás.

Y solo fueron necesarios unos pocos shots y la insistencia de sus amigos para que HoSeok lo demostrara. Cuando ambos habían sido escogidos para ir al armario por cinco minutos HoSeok se había negado casi instantáneamente, pero para su sorpresa y la de sus amigos YoonGi le había tomado de la muñeca guiandolo hacia al armario sin decir una sola palabra.

Una vez dentro y sin nadie que los viera, había sido HoSeok quien se habia abalanzado a besar a su amigo. Y justo como en una de sus peores pesadillas, YoonGi se había alejado de él rompiendo el corto beso sin dirigirle la palabra durante los cuatro minutos restantes. Después de aquello HoSeok no había vuelto a hablar con su mejor amigo, y YoonGi tampoco había hecho el intento por hablarle.Estaba más que claro que sus sentimientos no eran correspondidos.

—Aaagh— HoSeok resopló mientras se ponía de pie.

¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? ¿Por qué tenía que enamorarse de su mejor amigo? Pensó en lo fácil que sería contar con un interruptor con el cual apagar sus sentimientos románticos hacia YoonGi así sin más. Su vida sería definitivamente mucho más fácil.

HoSeok se acercó a la orilla y con un impulso de sus pies volvió al agua. Nado llegando casi al fondo del lago tratando de contener la respiración por el mayor tiempo posible, flotando  en la profundidad hasta que sus pulmones le rogaron por aire.

HoSeok tomó una bocanada de aire en cuanto volvió a la superficie, el cabello se le había pegado a la frente y respiraba agitadamente cuando se giró en dirección a la orilla del lago con intención de volver a casa. Su corazón casi dio un brinco cuando vio a alguien parado en la orilla del lago mirando en su dirección. No le costó mucho darse cuenta de quién se trataba. Nado acercándose un poco más a su mejor amigo quien seguía inmóvil mirándole desde la orilla.

—Hyung, ¿qué haces aquí?—preguntó Hoseok desde el agua.

—Fui a buscarte a tu casa, tu hermana me dijo habías salido a caminar. Supuse que estabas aquí— se encogió de hombros desviando la vista a sus zapatos.

—Aquí estoy— respondió HoSeok incómodo, nunca se había sentido incómodo alrededor de YoonGi y odiaba el sentimiento.

—Bien— respondió en seco el azabache frunciendo los labios. Y sin decir más y para sorpresa de HoSeok YoonGi comenzó a sacarse la ropa comenzando por la camiseta color negra que llevaba puesta.

HoSeok desvió la vista casi instantáneamente, a pesar de su cercanía nunca había visto a YoonGi sin camisa, su amigo no era precisamente del tipo al que le gustaba enseñar más de lo necesario por lo que se sorprendió al darse cuenta de que tenía un cuerpo más bien atletico y marcado. HoSeok comenzó a sonrojarse cuando vio a su hyung sacándose los jeans quedando solo en unos boxers oscuros ajustados a sus muslos.

—Hyung ¿qué haces?— preguntó sin verle sintiendo como todo su rostro tomaba un color carmesí.

—¿No es obvio? Voy a entrar al agua.

HoSeok no sabia que hacer, su corazón palpitaba tan fuerte que temía que YoonGi podría escucharlo y no sabía si era porque había visto a YoonGi en ropa interior o porque tenía miedo al rechazo de su amigo.

YoonGi caminó hacia la roca en la que HoSeok se había recostado solo unos minutos atrás y saltó al lago sin dudarlo ni un segundo. Cuando salió a la superficie, estaba mucho más cerca de HoSeok de lo que este lo había anticipado. El cabello oscuro se le pegaba a la frente tapando casi por completo los ojos gatunos de su amigo, HoSeok no pudo evitar soltar una risita, se veía demasiado tierno.

—¿Hyung qué haces?— HoSeok rió.

—Ya te lo dije, quiero nadar— YoonGi se encogió de hombros sonriendo divertido.

—Tu nunca quieres nadar.

YoonGi estaba ahora a solo unos centímetros de él, HoSeok apenas si se había dado cuenta de que tan cerca se encontraban uno del otro.

—Pero quería verte.

HoSeok se quedo sin palabras, un nudo se estaba formando en su garganta anticipando lo que YoonGi podría decirle. ¿Cómo podía decir cosas cómo esas tan fácilmente? ¿Que no veía cuanto le afectaban?

—Oh— fue lo único que pudo responder.

—Quería hablar contigo— ambos flotaban sin esfuerzo alguno en el agua cristalina —de la fiesta de Nam…

—Hyung, entiendo si no correspondes mis sentimientos, yo...yo solo no...no quiero que dejemos de ser amigos por algo tan estúpido. Prometo olvidar todo, tu amistad es demasiado preciada par…

La voz de HoSeok se vio apagada por los labios de YoonGi contra los suyos. El castaño solo tardo unos segundos en comprender lo que pasaba para regresarle el beso a su mejor amigo.

HoSeok pensó que YoonGi se sentía tan bien, como si sus cuerpos estuvieran hechos para encajar el uno con el otro. Había pensado demasiadas veces cómo sería besar a YoonGi, pero la realidad era mucho mejor a cualquier cosa que su imaginación podría crear.

Cuando ambos se separaron a falta de aire sus frentes tocaban una a la otra, sus pechos subían y bajaban casi en sincronía tratando de recuperar el aire que habían perdido.

—Hobi, ¿Me dejas terminar?

HoSeok asintió tímidamente con una sonrisa mostrando sus pequeños hoyuelos.

—HoSeokie, no tienes idea de lo especial que eres para mí. Eres mi mejor amigo, mi alma gemela. No hay nadie que me pueda hacer tan feliz como tú lo haces. Te amo Jung HoSeok, y fui un tonto por no decirlo antes. Tenía miedo a perderte, no quería arruinar...

—Yo también te amo hyung— HoSeok le interrumpió para plantearle un rápido beso al azabache.

Ambos se miraron uno al otro como si nada más existiera al rededor suyo. HoSeok nunca se había sentido tan feliz en toda su vida, quería quedarse por siempre entre los brazos de YoonGi, con el sonido de la cascada y el agua de fondo, el sol de verano contra su piel desnuda, el olor a flores en el aire. Uno sostenido al otro. En el lugar que era solo suyo.

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