trois ; lluvia y tazas de té

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Harry es amante de la lluvia y los días fríos, esos en los que el cielo está lleno de nubes grises que amenazan dejarte empapado en agua e invitan a quedarse en casa, recostado en la cama cubierto hasta la cabeza en mantas.

Y por casualidades de la vida, Louis también es fanático de este clima, y les parece de lo más lógico que Harry vaya a su departamento a pasar el día con él. ¿Qué sentido tiene que hagan lo mismo pero separados? Pues ninguno.

O tal vez usan eso como excusa para no detenerse a pensar en que desde que se besaron, Louis está algo distante, y Harry se va a quedar sin uñas de tanto que las muerde por lo ansioso que eso lo pone.

Y no es que Louis lo haga a propósito, es como un mecanismo de defensa. Automático. Su corazón simplemente levanta muros a su alrededor ante la más mínima amenaza, y no es algo que él pueda evitar.

Supone que es la consecuencia de que te lo rompan tantas veces, llega un momento en que ya no quieres tomar el riesgo. Y Louis es bueno en no tomar riesgos, en echarse atrás a último momento y huir, correr lejos, hasta que no siente las piernas y los pulmones queman por la falta de aire, o porque fuma demasiado, tal vez un poco de ambas, pero aún así lo hace.

Louis no quiere esconderse de Harry. En serio que no. Desea nunca huir de él, porque Harry es Harry, que sonríe con ternura al ver un niño y quien se emociona cuando quita la envoltura de un dulce. 

Entonces decide quedarse y dejar de evitarlo, y lo llama para que vaya a su departamento. Y el día de veras está horrible, y Louis se plantea si el de ojos verdes irá porque a decir verdad con aquel frío el no saldría a la calle ni aunque le pagaran. Pero a las 06:37 de la tarde alguien golpea su puerta, y entonces se da cuenta que estuvo contando los minutos desde que colgó la llamada.

Abre la puerta y un Harry chorreando agua de la ropa lo recibe con una sonrisa de oreja a oreja y una bolsa de papel marrón en la mano.

"Hey. Me detuve en la cafetería de la esquina y compré unos muffins. ¿Te gusta de chocolate? No estaba seguro asique también traje de vainilla y uno con arándanos, para que puedas elegir." Louis lo observa mientras habla y para cuando comienza a decir algo sobre los distintos sabores de pasteles que había, deja de prestar atención.

No sabe por qué, (o tal vez sí que lo sabe, pero eso no lo va a compartir) pero antes de registrar sus propios movimientos se encuentra de puntitas de pie con sus labios sobre los de Harry, que se sorprende pero recibe con calidez ese beso, porque ansiaba otro y comenzaba a preocuparle tener que actuar como si lo del parque no hubiese pasado.

Y Harry envuelve su brazo libre en la cintura de Louis, su remera levantándose un poco y permitiendo que la mano del más alto roce su piel. Y por primera vez Harry es testigo de lo suave y tersa que es, y que la figura de Louis es tan delicada como él.

Y pasa un tiempo, no saben cuánto, podrían haber sido horas o tal vez solo fueron segundos, pero el aire es necesario y sus labios empiezan a picar, y se separan, sus respiraciones alteradas y las gotas de lluvia golpeando contra los vidrios de la ventana siendo lo único que se escucha en el piso.

Louis nunca vio los ojos de Harry tan salvajes, sus labios tan hinchados y rojos, sus mejillas sonrojadas y el cabello desordenado y húmedo. Es una imagen primitiva y hambrienta y la mente de Louis viaja a lugares que no debería, inundada en pensamientos pecaminosos, y se plantea ir a una iglesia a confesarse, pero sabe de primera mano que hay actividades más divertidas que hacer de rodillas. 

"Chocolate está bien." Y la confusión en el rostro de Harry provoca que una tierna risita brote de Louis, y sabe cuando es el momento en que entiende a lo que se refiere.

"Oh." Se rasca el cuello y ríe también.

"Ve al baño, te daré ropa seca." Y cuando Louis se da la vuelta escucha a Harry carraspear su garganta.

"No me lo tomes a mal pero, no creo que me quede algo tuyo." Louis lo mira de arriba a abajo, con una mirada incrédula, un suspiro cansado deja sus labios.

"Por favor, dame un respiro, ¡Soy grande!" Y Harry tan solo asiente para complacerlo, y luego de ponerse un pantalón de pijama y una sudadera que le queda bastante grande, por lo que imagina que a Louis le debe llegar a los muslos, se sientan en el sofá y encienden la televisión.

"¿Qué quieres ver?" Harry se encoge de hombros.

"No lo sé. ¿Y si buscamos comedias románticas en Netflix y vemos que encontramos?"

"Perfecto. Empieza tú, iré a prepararnos un poco de té."

Y si Harry decide prestar atención a cómo Louis se mueve en la cocina de una manera que le resulta doméstica y verdaderamente interesante en lugar de buscar una película, nadie tiene por qué enterarse.

Los primeros treinta minutos los pasan sentados, pero con el pasar de las horas van rotando de posición. Y Louis pasa de tener su cabeza apoyada en el hombro de Harry, a acostarse directamente a un lado de él, esperando a que lo abrace por detrás, y cuando lo hace, lleva su mano hasta la suya y la deja allí, entrelazandolas.

Y después de muchas películas interrumpidas por comentarios sin sentido y conversaciones que parecen no decir nada pero dicen demasiado, y de varias tazas de té y muffins, la noche llega y Louis está dormido con su mejilla contra el pecho de Harry, quien lo sostiene en un agarre firme, sintiendo como una calidez lo llena y lo recorre desde la cabeza hasta las puntas de los dedos del pie. Y Harry lo observa por un rato hasta que el sueño se apodera de él también, dejándose caer en la inconciencia.

Esa noche ambos sueñan y nada más que calma se refleja en sus rostros.

La lluvia aún cae y choca contra los vidrios, mojando las calles, los autos, los techos de las casas, y a aquellos que les gusta bailar bajo ella.

Y lo que nadie sabe es que dentro de un apartamento pequeño de un edificio gris y grande, en medio de una ciudad fría y solitaria, hay un enriedo de piernas y brazos bajo varias mantas, donde dos corazones laten con fuerza y dos jóvenes comienzan a caer rendidos el uno por el otro.

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Symphonies and Cigarettes ; Larry StylinsonWhere stories live. Discover now