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Thor y Freya se encontraban en el campo de entrenamiento. Luego de la charla que tuvieron en su lugar especial, empezaron estar mas tiempo juntos. Lo único que se escuchaba en el recinto era el filo de las espadas chocar, ambos esquivaban los ataques del otro. Pero Thor se detuvo cuando la vio doblegarse por un fuerte dolor de cabeza, él se preocupó al instante.
Pero en la mente de Freya, solo pasaban imágenes de una mujer cerca del Aether. Cuando abrió sus ojos de golpe, Thor se sorprendió y se maravilló al ver los ojos de la pelirroja, que ya no eran verdosos sino que estaban envueltos de un color anarajado. Como las llamas de fuego.
—Debo irme. —se levanto rápidamente y colocó su mano en su pecho donde su vestimenta cambió al traje de batalla, cosa que alarmó a Thor.
—¿Qué sucede?
Freya lo miró y suspiró. —Lo siento—dijo creando un circulo de fuego sobre él, cuando el intentó pasar el campo que había creado la pelirroja, lo detuvo. —Es Jane. Está en peligro, y si no me apresuró. La oscuridad vendrá.
—¿Qué? Freya, espera. ¡Freya!—le gritaba preocupado por la mujer que quería, pero Freya hizo oídos sordos y se fue.
Al llegar al Bifröst, Heimdall no dijo nada y puso en marcha el puente para la pelirroja. Freya estaba nerviosa, porque sabía cuan importante era la mujer para su amigo.
Cuando llegó a la localización de la castaña, corrió hacia donde tenían el Aether encontrando a la mujer en el suelo. Se apresuró a examinarla, abriendo sus ojos pero estaban desorientados. —No puede ser—susurra, pero cuando nota que sus ojos tratan de enfocarse, decide ocultarse.
Pero pudo sentir la presencia de su amigo, por lo que se apresuró a salir a su encuentro, cuando lo vio un poco alejado de todos suspiró al notar su mirada seria y preocupada. —Quiero que me expliques qué sucede.
—Jane, debemos...—empieza a llover, pero Thor hace que no caiga sobre ellos el agua. Freya nota que Thor ya no la miraba a ella por lo que se gira notando a Jane; su rostro cambió porque se notaba que ella era muy importante y, se podría decir más que ella. —Debemos llevarla.
Jane se giró y se molestó al ver a Thor al lado de otra mujer, pero no lo haría notar. Entonces, lentamente se fue acercando al rubio y Thor no se quedó atrás.
—Jane... —susurra con una sonrisa, pero la nombrada le da una cachetada. Jane miró la mueca que había hecho la pelirroja y posó la mirada en Thor.
—Lo siento. Necesitaba asegurarme de que fueras real. —Freya soltó una leve sonrisa. —Ha sido un día muy extraño.
—¡Vaya! Buena táctica—dice y Thor simplemente la mira mal, pero vuelve a mirar a su amada.