Miu | IDOLISH7 | {GakuTenn}

Regalo

Dedicado a una persona especial, Car... LadyTann espero lo disfrutes.

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— ¿Cuál de los dos colores te gusta más? — Pregunta el de cabellos rosados volteando a ver al contrario, mostrándole la paleta de colores que sostenía en cada mano.

— ¿No son el mismo tono? — Enarca una ceja.

— Claro que no son el mismo, — Le regaña. — Uno es color rosa maiot y el otro es caramelo, fíjate bien Yaotome Jr.

— Ese título dentro de poco ya no será mío, ¿lo sabes, no? — Pregunta el de mirada plateada completamente divertido.

Tenn suelta un suspiro pesado mientras voltea a otro lugar, a cualquier punto en el que no esté Yaotome Gaku, en aquella tienda llena de decoraciones y demás para la habitación de un infante o en su caso de un bebé que llegaría en un par de meses más, una espera que le hacía sonreír a diario al igual que a su esposo. Ese tipo estaba más empalagoso que antes, el embarazo llevaba cinco meses pero ellos se habían enterado apenas hacía poco más de dos meses, cuando el menor de ambos empezó con vómitos y muchas nauseas a varias cosas que estaba acostumbrado a comer pero que en aquellos días le provocaron mucho asco.

— Solo dime cuál de los dos y ya Gaku… — Murmura regresando la vista a este con un color carmín adornándole las mejillas.

— El de la izquierda. El maiot. — Señala con la mirada. — Creo que… — Le muestra un par de estampas para la pared de distintas flores. — Se ve verían bonitas como adorno, para que la pared no se vea tan lisa.

— Es una buena idea, llévalas. — Sonríe ligeramente.

— ¿Pondremos otro color en la pared? — Pregunta el de cabellos grises.

— Pensaba en un amarillo pero algunas de esas flores lo tienes, quizá un violeta para ponerlo en las orillas.

— Si, suena bien... — Tenn entrecerro los ojos después de esas palabras, sabía bien cuando su _esposo_, se encontraba pensando en algo. — Ahora vengo, tu decide el color. — Pasa a un lado mientras le agita un poco el cabello.

— Gaku, espera. — Le habla pero este ya está dando la vuelta al final del pasillo. El de mirada del color de las sakuras los cierra soltando un suspiro para segundos después llevarse una mano al vientre y murmurar. — Tu padre puede ser asi de espontáneo.

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Paso poco más de media hora hasta que el líder de Trigger regreso a con el contrario, quien le miraba con una ceja enarcada, se encontraba algo molesto pues le había dejado así sin más y el hecho de tener ya los botes de pintura a un lado no mejoraba su humor.

— ¿No has cargado ninguno, verdad? — Pregunta el mayor preocupado al ver arriba los botes de un mostrador con los brazos ocultos detrás de la espalda. Una de las indicaciones del doctor era nada de esfuerzo físico.

— No, un empleado me ha ayudado subiendolos después de que los pagará, porque mi pareja, el cual debía de ayudarme en eso desapareció de la nada. — Se cruza de brazos. — ¿A donde has ido?

— Supongo que no puedo esconderlo hasta la casa. — Declara con una sonrisa mostrando lo que tenía oculto. Se trataba de una bolsa que el más bajo tomó inmediatamente. — Esto es un regalo para nuestra hija. — Un ligero sonrojo se apodera de sus pómulos y, el ahora conocido como Yaotome Tenn parpadea un par de veces alternando la mirada entre aquel hombre que ama y aquel presente, el cual no era pesado pero tampoco tan ligero. — Leí en uno de esos tantos libros que compré que era bueno leerle al bebé mientras esta en el vientre...

— ¿Así que has comprado un libro para que se lo leamos...? — Indaga el menor.

— Si.

— ¿Qué libro?

— Descúbrelo tu mismo tesoro.

— No me digas así... — Murmura bajando la mirada para abrir la bolsa, percatandose de que se trataba de dos libros, uno mucho más grueso que el otro. — Has dicho uno... — Le mira nuevamente durante algunos segundos. Saca el primer libro, el más grueso. — Cuentos infantiles... — Lee el título. — Esto trae tu cuento favorito, ¿qué no has conseguido uno donde sólo estuviera ese?

— Si, pero este me gustó más en cuestión de portada y que también trae todos los cuentos con ilustraciones, a ella le va a gustar cuando crezca.

— Debemos de decidir ya un nombre.

— Lo sé, pero ningún nombre te gusta, ¿podrías ver el otro libro? Ya después hablaremos de ese tema. — Le pide.

— Está bien. — Guarda el libro en sus manos para seguir la indicación del mayor, quedándose en un total silencio por algunos minutos. — Eres ridículamente tierno y romántico, Gaku. — Declara.

— Pero eso te gusta de mi.

— A veces. — Voltea a otro lado sonriendo victorioso ante el ceño fruncido que produce en el contrario.

— Que molesto...

El de cabellos rosados interrumpe la queja del más alto acercándose poniéndose en puntas de pie para depositarle un suave y corto beso en la mejilla a este.

— Vámonos a casa ya, estoy cansado. — Murmura con algo de pena. — Después de que cenemos podrás leerle el cuento que quieras.

— De acuerdo, le leeré el de Alicia. Debe de ir aprendiendo el cuento favorito de "mamá". — Deja escapar una risa mientras se voltea a tomar los botes de pintura sintiendo un ligero codazo en las costillas.

— Sólo toma eso y vámonos.

— De acuerdo, de acuerdo. — Sonrie mirando al Tenn, al cual aún no se le quitaba aquel color que le decora las mejillas. — ¿Qué tal Kotori? — Pregunta mientras caminan por el pasillo del lugar así las cajas. — Es un lindo nombre, sencillo, igual que el significado.

— Definitivamente tu no vas a elegir el nombre de nuestra hija. — Comenta después de soltar un suspiro.

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N/A: ¡Hola!

Me encuentro de nuevo aquí trayendo una historia de estos dos con su hija, encontré bastante satisfacción en escribir de ella, de escribir de esta bella familia.

Muchas gracias por leer.