Casada con un Extraño ||Xiaojun Y Tú||

[6]

Abrí mis ojos lentamente me senté en la cama y me frote los ojos. Era la 3 vez que me levanta en el día me fui de nuevo a tomar una ducha, me puse lo mismo de ayer y salí de la habitación encontrándome con Hendesy.

-Hola ___ -dijo sonriendo-
-Hola Hendesy ¿Sabes que horas es? -sonreí un poco-
-Si son las 11 a.m -dijo mirando se reloj-
-¿Sabes donde esta Xiaojun? -pregunté-

Cuando le mencione a Xiaojun su expresión cambio a seria.

-Si salio con mi padre a ver algo de la empresa -dijo serio-
-Ahhh okey gracias -dije dándome vuelta para irme de allí-
-Espera -me detenio-
-Si -voltie-
-¿No quieres salir a comer un helado conmigo? -parecía nervioso-
-Ehhh claro no veo nada de malo -le mostré una sonrisa- pero si me compras de chocolate -
-Claro vamos -dijo sonriendo-
-Si -

Nos fuimos de allí. La heladera era muy linda y por supuesto que el helado era muy rico.

-Y ¿Cuéntame de tu vida? -dijo caminando-
-Pues... -no pude decirle más porque el chillido de unas llantas hizieron que me asustaron-
-¡____! -salió del coche gritando mi nombre-

Reconosco bien esa voz era de.

-Xiaojun... -dije voltiando-
-¿Qué mierda haces aquí con Hendesy? -dijo furioso-
-Oye Xiaojun calmate -hablo Hendesy-
-Calmarme ¿Estas idiota o que? ¡ALÉJATE DE ELLA! -me agarro de la muñeca jandodome donde él- ¡Ella es mía! Escuchaste -
-Solo salimos a comer un helado -dijo molesto-
-Me interesa una mierda solo ¡Aléjate de ella! -dijo mirando a Hendesy-

No continuó más porque me comenzó arrastrar hasta el auto.

-Xiaojun suelta me me estas lastimando -dije apunto de llorar-
-¡Callate! -dijo abriendo la puerta-
-¡Oye! Dijo que la sueltes -dijo enojado Hendesy-

No dijo nada porque me soltó bruscamente.

-¡Ahora sube al auto! -dijo en tono frio mirándome a los ojos-

Me asuste así que callada hize lo que me dijo.

-Y Tú -miro a Hendesy- ¡Aléjate de ella! Es la última vez que te digo -entro al auto-

Prendió el auto y arranco como un rayo me yo solo me quede calla. Llegamos a nuestra casa.

-Sal del auto -dijo serio mirando al retrovisor-
-¿Qué?... -no entendí-
-QUÉ SALGAS DE MALDITO AUTO - dijo gritando-

No le respondí porque salí del auto y él arranco dejándome allí sola parada. Me limpie las lágrimas, entre a la casa, caí al piso, no aguante y me puse a llorar una vez más no me sentía tan mierda desde que me fui de la casa de mi padre.