Se aferraba al cabecero de su cama mientras el escorpiano tiraba de ella con suma fuerza. Las huellas de sus dedos se notaban en la piel de la cancerina: no le funcionó la sutileza.
—TE... HE... DICHO... QUE NO PIENSO —de repente se escucha un estruendo en el piso, la cabeza de Cáncer se estrelló contra el suelo —¡AUCH!... BAÑARME —a continuación trató de llevarla arrastrando hacia el baño pero la cangreja se aferró al marco de la puerta.
—Vas a tener que bañarte aunque tenga que rociarte de champú aquí mismo —le amenazó Escorpio mientras le echaba una mirada asesina y apretaba los dientes —no hagas esto más difícil de lo que ya es, no sabes lo que desearían los niños de África bañarse en agua pura aunque sea por lo menos una vez en la vida.
—No empieces con el rollo de los niños de África, no le funcionó a mi madre, menos te funcionará a tí.
La puerta de la habitación se abre y ambos, petrificados y esperándose lo peor que pudiese pasar por aquella puerta, congelaron sus movimientos como si eso fuese a hacerlos invisibles. Parecía que la persona al otro lado tenía problemas para abrir la puerta, se escucha un "Mierda, creí haberlo metido" y ambos se relajan al reconocer la voz.
Es Capricornio.
—¿Dónde cojones estabas? —le pregunta en voz alta muy molesto —no me coges las llamadas, no lees mis mensajes y pasas de mi puta cara. Te podría pasar cualquier cosa: te secuestran, te violan... —Escorpio le mira incrédulo mientras Cáncer se mete sigilosamente en el baño y cierra la puerta.
—Corrección: si me hubiesen secuestrado hubieran respondido a los mensajes haciéndose pasar por mí o me hubieran obligado a responder a tus llamadas. Cómo si nunca te hubieran amenazado —las pupilas del escorpiano se abrieron a más no poder por el dato tan perturbador —era coña. Lo siento, tuve que quedarme más tarde, me lo ordenó mi entrenador.
—¿Por qué?
—Tuve que ayudar a los ejercicios a su hija.
—O sea, técnicamente me has dejado tirado por ligar con la hija de tu entrenador. Muy mal, ¡eso no se hace a los colegas! Aunque ya hablaremos de eso más tarde —le mandó una sonrisa pícara pero le duró poco cuando buscaba a Cáncer —Mierda... ¡Cáncer! ¡Abre la puerta!
—No creo que haga mucho ahí encerrada —opina Capricornio en voz alta y de repente mira de reojo por la ventana para encontrarla vaciando el champú —o esté tirando el champú por la ventana.
···
—¿Se puede saber qué hacía esto en tu habitación? —le interroga Libra dirigiendo la cabeza de la lámpara hacía sus ojos, dándole gravedad a la situación mientras alza una ceja. Le encantaba jugar a los detectives y así por lo menos atraía su atención. Entonces entra Géminis con un papel en la mano sosteniéndolo con guantes de látex.
Menos mal que tenían la puerta cerrada.
—¿Qué es eso? —pregunta el arquero tranquilo y la vez confuso —¿Un folleto? ¿Sobre un teatro? ¿Desde cuándo me gusta a mí el teatro? ¿O el arte en general?
—No digas tonterías. te conozco hermanito, sé de lo que eres capaz de hacer. ¿Puedes creer de lo que son capaces de hacernos si encuentran esto aquí?
—Oye se me cansa el brazo —se queja Géminis mientras sigo sosteniendo el papel mirando con desesperación a Libra que parecía continuar con su teatro —seguramente alguien se lo habrá metido dentro de su mochila y al caerse se ha metido por detrás de la mesita de noche, ¿ves esa pequeña raja en el folleto? Es como se hubiese manejado con violencia. Alguien debió de arrancarlo de algún sitio o se podría haber roto al haber pasado la cremallera de la mochila: lo que quiere decir que no se tuvo mucho cuidado al manejarlo —sus mandíbulas estuvieron a punto de caer al suelo, en un momento tan ridículo, había nacido una verdadera razón para prestar atención a la situación
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Maverick (Zodiaco)
Teen FictionZodicalía es una isla remota e insignificante que se encuentra en medio del mar. En él, sus habitantes conviven con una serie de reglas y leyendas zodiacales que siguen perdurando el día de hoy. Los signos incompatibles permanecen separados por un...