Dios nos habla, siempre está enteramente accesible, las 24 horas del día, los siete días a la semana, totalmente gratis. Si realmente comprendiéramos su Amor, lo escucharíamos y no tendríamos dudas de todo lo que nos habla. Creemos que Dios es como nosotros que hoy amamos y mañana no se sabe, debido a lo voluble que podemos ser. En cambio Él Ama con un Amor que es eternamente inmutable y su gracia es infinita.
¿Qué es la gracia de Dios? La palabra gracia deriva del griego χαρις o Charis que significa "bondad, bendición". El amor que tenemos por los demás nos lleva a bendecirlos y a mostrarles bondad, sin embargo cuando Dios manifiesta gracia hay potencia y este es fundamental para la unicidad con él.
En su gracia Él nos da regalos, regalos que están en nuestros corazones y los cuales hemos de reconocer; su bondad y Amor lo ha llevado hacer condescendiente, colocarse más bajo que nosotros y entregarnos el mayor regalo de todos, en muestra de su amor, la salvación.
Él es feliz dando regalos y ¿somos felices pidiéndole? Un corazón puro, que su luz (espíritu santo) pura y divina envuelva al mundo con amor. Que borre el miedo para que el perdón fluya en todos. Entonces, en humildad nos ponemos más bajo que Él y nos elevamos con gratitud y amor.
Dios está dispuesto a descender, solo, sí; estamos dispuestos a acercarnos a él.
Bendito Dios, nuestro Señor: "Tu gracia me es dada. La reclamo ahora. Padre, vengo a Ti. Y tu vendrás a mí que te lo pido, pues soy el Hijo que tu amas".
