Cazadora

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Había sido un día largo, en su escuela era semana de entregar proyectos finales, estaba batallando mucho para lograr mantener su excelente promedio, solo así podría asegurar que entraría en una buena universidad, tenía la esperanza de que cuando comenzara aquella nueva etapa podría dejar todo en el pasado y seguir adelante, pero honestamente, ni siquiera ella estaba segura de poder alejarse de lo que hacía, así que solo el tiempo podría decir lo que sucedería. Un estrepitoso trueno la hizo regresar a la realidad; eran ya las 10:00 de la noche, tenía que estar en el centro de la ciudad para las 10:30, no le quedaba mucho tiempo y las fuertes lluvias ciertamente la frenarían, así que se levantó de su sofá, se puso su típica chamarra azul marino y salió a la calle.

Revisó su celular una vez más para recordar la ubicación; a pesar de que lo había planeado cuidadosamente y de que no sería nada que no hubiera hecho antes, una voz en su cabeza le decía que esto sería diferente que las veces anteriores, sería de una escala mayor. Ese sentimiento la asustaba, ella no sentía que estuviera preparada para enfrentarse a un reto más grande. Una ola de pensamientos fluyó por su mente: ¿qué tal si esa voz estaba en lo correcto? ¿Qué haría si esto no resultaba como esperaba? ¿Y si realmente no podía con esto y esas personas se la llevaban? ¿A dónde podrían llevarla? ¿Cuándo podría regresar a su hogar y ver a su familia nuevamente? Docenas de escenarios recorrieron su mente hasta que la alarma de su teléfono la hizo reaccionar, eran ya las 10:15; se dio a sí misma una bofetada, en este momento no podía preocuparse por esas cosas, además se estaba mojando. Subió a su auto y condujo hacia el centro de la ciudad.

Llegó a su destino exactamente a las 10:25 de la noche. Las luces de la calle se habían apagado por la lluvia, así que su auto se perdía fácilmente entre la oscuridad; solo los focos de unos cuantos locales cercanos le permitían ver panorama. Durante cinco minutos observó fijamente un callejón cerca del final de la cuadra, esperando entre las sombras; exactamente a las 10:30 entraron al callejón dos Chevrolet Suburban de las cuales bajaron seis personas, cuatro que portaban maletines entraron a un edificio y dos se quedaron afuera como guardia. Sabía que no tardarían mucho en salir, así que tenía que actuar ya, sacó de su guantera una Glock 17 de 9mm con silenciador, una navaja y un encendedor; salió de su auto y caminó hacia el callejón.

La lluvia seguía arreciando y los relámpagos caían cada vez más seguido. Ella avanzaba hacia el callejón, pero un tipo apareció detrás de ella, cubriéndole la boca con una mano y sujetándola con su otro brazo; ella intentó forcejear para liberarse, no porque le tuviera miedo, no era el primer sujeto que intentaba abusar de ella, sino porque ese tipo podía hacer que la descubrieran. Entonces el hombre le dijo al oído "Oye preciosa, ¿qué dices si nos divertimos un rato?", metió su mano dentro de su blusa y comenzó a apretarle los pechos; era suficiente, ella estaba harta de ese tipo y no podía perder más tiempo, así que le dio un cabezazo que le lastimó la nariz, seguido de un codazo en el tórax para obligarlo a retroceder. Antes de que pudiera recuperarse, ella tomó su cabeza con ambas manos y en un movimiento rápido le rompió las vértebras cervicales; para evitar hacer más ruido, ella sostuvo su cuerpo y lo dejó caer suavemente sobre la pared. Después de eso acomodó su blusa y siguió caminando.

Se acercó lentamente a la entrada del callejón; se asomó rápidamente para asegurarse de que los guardias no hubieran escuchado su pequeña disputa, por suerte no parecía ser así, la lluvia y los truenos dificultaban la audición. Si bien no le gustaba mucho usar balas (prefería luchar cuerpo a cuerpo, era más interesante), no podía arriesgarse a que alguno de ellos llamara a los que se encontraban adentro. Se acercó rápidamente hacia ellos y con un solo disparo le perforó el cráneo a uno, pero el otro reaccionó rápido y se cubrió con el cuerpo de su compañero antes de que ella lograra apretar el gatillo, después de lo cual logró acercarse lo suficiente para derribarle el arma y le dio un puñetazo en la mandíbula que la alejó de él y le rompió el labio; ella no mostró ninguna reacción por esto, solo se limpió un poco de sangre y avanzó hacia él.

CazadoraWhere stories live. Discover now