Capítulo 4

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Pov JongIn.

Al día siguiente pase por casa de Soo, porque quería contarle lo que había ocurrido,  pero no lo encontré. Su papá me dijo qué seguro estaría en las cabinas telefónicas.

Camine las dos cuadras que me separaban de ese lugar, sin dejar de pensar que rayos tendría que hacer para librarme de ese doncel malvado.

"¿Que haces aquí?". Le pregunte al verlo salir del locutorio.

"Vine a hablar con mi mamá. En España ahora son las diez de la noche y ella ya a llegado de su trabajo"

"Me hubieras dicho y yo te prestaba el teléfono para que hables mejor con ella".

"JongIn, sabes que no me gusta deber favores. Además yo solo puedo hacer y conseguir mis cosas, no necesito de nadie". Dijo calmado. ¡Este doncel orgulloso!

"¡Pero yo soy tu mejor amigo!, sabes que no te cobraría nada". Dije medio gritando.

"Lose, pero no me gusta. Punto". Volvió a decir calmado. ¡Dios, no podía con él!

"Bueno, ¿hablaste? ¿todo bien con ella?". Dije rendido. No sacaba nada intentando lo imposible con él.

"Si, todo igual que siempre". Se encogió de hombros. "¿Y tú qué?"

"Necesito conversar contigo". Respondi mirándolo a los ojos, esto era importante.

"Si es muy largo y complicado lo que me quieres decir, ahora no tengo tiempo". Dijo desviando la mirada. "Tengo que ir a la cafetería, porque le ofrecí a Leo que le ayudaría hoy".

"¡¿Y por qué haces eso?!". Dije medio gritando mi Soo nunca podía estar quieto siempre andaba dequi para allá haciendo algo ,¡Por Dios es un doncel no debería estar haciendo tanta cosa!.

"¡Porque me pagará!". Dijo exasperado. Soltó un suspiro que logró calmarlo.  "Bueno, eso no es importante y si quieres ganar algo de dinero,  él necesita alguien más que le ayude en la cafetería".

"No, gracias, sabes que no lo necesito, con lo que me da mi papá es suficiente, aunque es un plan buenísimo, así pasaría más tiempo contigo, pero lastimosamente no tengo tiempo. Tengo que ir a mi casa, a ver el presidente en la tele para que mis hermanas no lloren... mamá irá al médico a las cinco y tengo que quedarme con ellas". Dije rascándome la nuca.

"¡Ese es el sueño de un adolescente! Cuidar a dos bebés, con cambio de pañal incluido". Dijo con sarcasmo. "¡Guacala! Pero cuéntame, qué querías decirme".

Camino a la cafetería le relaté lo sucedido con pelos y señales.

Siempre había confiado en el punto de vista de Soo.

Aunque él era un doncel raro, me parecía que tenía la capacidad para mirar ciertas cosas que estaban más allá de las que yo podía ver, por eso confiaba ciegamente en mi lindo Soo.

Él movía su cabeza mientras me escuchaba, pero no decía ni una sola palabra. Caminamos una cuadra completa, mientras él fruncia el ceño y abultaba un poco los labios, me parecía lindo cuando hacía eso, pero me desesperaba que no hablara.

"¡Ya, Soo! Dime algo, me estas matando de los nervios".

"Lo veo muy complicado, JongIn, ese chico tiene poder y lo sabe. Te ha enviado un mensaje muy claro. Creo que tendrás que ingeniartelas para caerle bien a ése mocoso insoportable, de lo contrario, no podrás llegar nunca a Jazmín". Dijo encogiéndose de hombros .

"¿Y que hago?". Pregunté dudoso.

"No sé, hazle un regalo, invitale a un helado, juega con él, quitale las pulgas a su perro... ¡que se yo!".  Dijo rodando los ojos. "Tienes que conocerlo un poco más para saber qué le haría sentirse halagado".

Mi Corazón  [ Kaisoo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora