Nos encontrábamos afuera del edificio en la clase del profesor Karasuma. La clase de hoy consistía en mejorar las técnicas de ataque, para ello, eligió al azar a uno de nosotros para que peleara con él en una demostración.
- Karma, ven por favor.
Karma caminó hasta donde se encontraba el profesor Karasuma.
- Ataca sin contenerte- le dijo el profesor
De inmediato Karma se aproxima al profesor. Apenas fui capaz de ver sus movimientos, pero a pesar de eso, el profesor Karasuma no recibió daño alguno.
- Sus ataques son demasiado predecibles
Pude notar como cambiaba el aura de Karma. Al parecer el comentario del profesor lo había enfurecido.
- Otra vez- dijo Karma
- No importa las veces que lo repitamos ahora, el resultado será el mismo.
- ¿Acaso tiene miedo de que lo venza?- dijo con su sonrisa sarcástica de siempre
- Pues adelante, ataca con todo.
Básicamente ocurrió lo mismo, o eso creo, pasó todo tan rápido que solo pude notar que el profesor salió intacto.
Karma simplemente se sentó.
La clase transcurrió de manera normal, y después tuvimos un receso.
Me dirigí hacia Karma con la intención de burlarme de él por su derrota, pero justo cuando iba a hablarle, se levantó y entró al edificio con la mirada gacha.
No sé si fue por curiosidad, porque aún quería burlarme, o porque estaba preocupada por él (debo estar loca para pensar que eso último es una opción siquiera), pero lo seguí.
Me paré en la puerta del salón y pude ver como el pelirrojo le daba un fuerte golpe al pizarrón mientras lágrimas caían desde sus mejillas.
Era el momento perfecto, podía sacar una foto y lo tendría en la palma de mi mano.
Eso pensé, pero al acercarme mi mente se nubló, y el único pensamiento que tenía era de que quería confortarlo. En eso, Karma se percata de mi presencia.
- ¿Qué mierda haces aquí?
- Vine a buscar un cuaderno
- Si es que viniste a eso, ¿Por qué caminas en la dirección contraria? Tu asiento está por allá- dijo señalando mi pupitre
- No lo sé
No supe qué más decir. En realidad no tenía idea de por qué empecé a caminar hacia él con la intención de "confortarlo". Era el imbécil de Karma, debía estar feliz de que la esté pasando mal.
- ¿Podrías irte?- dijo sin mirarme
- No tienes que frustarte por lo qué pasó- solté sin pensar
- Tú no sabes nada
- Sí, es cierto, no sé nada, no te conozco. Pero vi lo que sucedió allá afuera, tus ataques fueron increíbles y muy rápidos, nunca había visto algo así.
- Pero ninguno de ellos funcionó- dijo mordiendo su labio
- ¿Y eso no lo hace más emocionante?
- ¿Por qué lo sería?- preguntó incrédulo
- Ahora tienes una razón para esforzarte más, así que no te desanimes
En ese momento pude verla, duró muy poco, pero la vi. Cuando Karma levantó su mirada pude ver una sonrisa sincera en su rostro.
- ¿Quién diría que la chica s me intentaría consolar?- dijo riéndose
- ¿Quién dijo que intentaba consolarte? Y no me llames así.- dije molesta
Empezó a reírse de nuevo, pero por alguna razón ya no me molestaba tanto esa risita suya.
- Sí, como tú digas- dijo soltando otra carcajada- De todos modos... Gracias- eso último lo dijo en un susurro apenas audible
- Lo siento, ¿podrías repetirlo?- dije riendo
- Vete a la mierda
- Dame la dirección de tu casa
Nos miramos y ambos nos largamos a reír. Creo que ya empezábamos a llevarnos mejor.
- A dos cuadras del cine Toho
- ¿De qué hablas?
- Mi dirección
- ¿Qué? ¿Acaso quieres que te visite?- dije riendo sarcásticamente
- Ve el sábado, te enseñaré algunos ataques
- No necesitó tus lecciones
- Chica s, vi la clase también, y eres pésima tanto en el ataque, como en la defensa
- Ok, quizá si lo necesite... ¿Pero por qué harías esto por mi?
- No lo sé, de pronto solo quise hacerlo. Nos vemos el viernes después de clases.
Karma empezó a caminar hacia la puerta, pero se detuvo al llegar a ésta.
- Hace unos momentos me sentía tan frustrado que creía que iba a explotar, pero tú llegaste y con un par de palabras me hiciste sonreír. Yo también quiero devolverte la mano.
- No es necesario que lo hagas.
- Chica s- se dio la vuelta- Gracias por venir a burlarte de mi
Su comentario me sorprendió, no pensé que llegaría a esa conclusión, que además era la correcta.
- Pero si yo vine a buscar un cuaderno, ya te lo dije
- ¿Enserio crees que soy tan idiota para creerme eso?... No respondas
- Pues, me descubriste- dije riendo
- Así es... Si le cuentas a alguien sobre lo que viste, estás muerta
- Uff, no lo sé, quizá si me compras un helado podría olvidar lo que vi
- Eres un dolor de cabeza
- El pensamiento es mutuo, teñido
Nos volvimos a reír.
- ¿A qué hora estarás por mi casa? ¿O nos vamos juntos después de clases?- dijo Karma
- No he dicho que voy a ir
- Sabía que tenías miedo- dijo riéndose
- ¿De ti? Nunca. Vayamos juntos después de clases.
Eso último lo dije sin pensar. ¿Qué mierda haría yo en la casa de Karma?
El pelirrojo sonrió victorioso y salió del salón. Al parecer reaccioné justo como quería. Pero bueno, ya no nos llevábamos tan mal, ¿qué tan malo podría ser visitarlo?
Además realmente necesitaba esas lecciones sobre cómo luchar. Y seguramente tendré tiempo en la semana para prepararme mentalmente antes de ir.
Tomé mi celular para ver cuánto faltaba para el viernes, y noté que hoy era jueves...
- Mierda...
Ps, creo que es el capítulo más largo que he hecho jsjsjs.
Espero que les haya gustado. Quieren que siga escribiendo capítulos de esta historia?
Pues, trataré realmente de escribir más seguido, pero con la universidad es un poco difícil. Con esto me despido, que tengan un lindo día/tarde/noche...
Byeeeee
