[3] 1986

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La casa de Joyce de encontraba llena de gente,como era costumbre en situaciones así,entre ellos mi familia y los chicos. Todos discutiendo sobre qué debería hacer y qué no.

—¿No sería mejor que yo decidiera qué hacer?—. Pregunté con obviedad.

—No,hija. Tienes mucha información qué podría alterar el futuro y no puedes andar por ahí como si nada,empezando por decirnos qué sabes sobre el futuro—. Habló mi padre.

—¿En serio me creen tan tonta? Parece que si te olvidaste de mi en gran parte—. Bufé con molestia,la subestimación de parte de mi padre había causado un sentimiento de leve enojo en mi.

—Por lo menos sabemos que no dirás nada,niña—. Dijo el Jefe,ignorando lo dicho anteriormente.

Asentí con la cabeza y pensé en cómo estarían mis amigos,seguramente Mike este emborrachándose como había asegurado que iba a hacer,Jack y Li estarían cuidándolo mientras se miran con caras tristes,como también habían anticipado. No quería volver,este lugar no se sentía como mi hogar y jamás lo haría otra vez.

—Realmente,gracias por todo lo que has hecho Joyce. Vendré a visitarlos mañana—. Agradecí cuando llegó la hora de irme,abracé a los Byers y me fui de allí con Steve y mis padres.

Steve y yo estabamos en completo silencio en su auto mientras seguíamos al de mis padres.

—¿Estás feliz de volver,Valerie?—. Me preguntó con delicadeza apenas s unas calles de mi antiguo hogar.

—Si,pero extraño todo lo del otro tiempo. Hay tantas cosas geniales,la gente ha cambiado mucho y todo parece genial—. Dije con una pequeña sonrisa.

—Los chicos y yo siempre hemos hablado de esto mientras tu no estabas,al menos una o dos veces por semana—. Dijo mientras conducía y sostenía una expresión neutra.

—¿Sobre qué estás hablando, exactamente?

—De que cabía la pequeña posibilidad de que no quisieras volver,de que ese futuro u otro lado fuera mejor para ti que este y no quieras volver. Yo no creí que eso fuera posible pero tu pareces amar ese maldito futuro—. Su voz salió con un tinte amargo,parecía querer lastimarme con sus palabras.

—¿Y qué quieres que haga? Así como te amo a ti también amo ese futuro en dónde realmente era libre,yo elegía lo que quería hacer y nadie parecía cuestionar mis decisiones con argumentos estúpidos,podía expresarme y hacer lo que amo con gente que tenía el mismo sentimiento que yo. Todo ha cambiado y a mi me gustan los cambios,Steve—. Aclaré con molestia.

—¿A qué cambios te refieres,Valerie? Porque quiero entender a lo que te refieres y no entiendo una mierda de lo que esta pasando—. Dijo con enojo y frustración en su voz.

—Me refiero a qué los cambios,en su mayoría,han sido buenos; hay libertad,emoción,todo lo que yo anhelo con mi vida esta en ese futuro pero las posibilidades de ser feliz están aquí, contigo—. Dije de manera tranquila, hartándome de la situación y de él.

Llegamos a mi casa y ambos bajamos, había pedido a mis padres que Steve se quedara a dormir esta noche porque necesitaba estar con él.

La cena transcurrió de forma natural, nos reímos un poco,disfrutamos la comida y luego ayudé a mi madre con la mesa para después encaminarme, junto con Steve,a mi cuarto.

Me duché y me puse mi antigua ropa, revisé mi baño y en reflejo del espejo me encontró desprevenida. La decepción de mi misma se plantó en mi pecho junto con un fuerte remordimiento,no podía estar siendo así con mi familia,mis amigos y menos con Steve.

Cepillo mi cabello,mis dientes y salí del baño rápidamente. Steve estaba leyendo un libro,recostado en mi cama. Me acerqué a él y le saqué el libro de las manos,marqué la página por donde iba con el marcador y me puse a horcajadas encima suyo.

—Lamento haberme comportado como una perra,no te mereces que te trate así—. Dije acariciando su pecho.

—Te entiendo,luego de un año es todo muy rápido y a pesar de todo lo que pasó el verano pasado sigo totalmente seguro que nada fue tu culpa—. Dijo tomando mis manos y sacándome de eje.

—¿El verano pasado?

Steve comenzó a hablarme sobre lo que había pasado,que el Shadow Monster había vuelto y había causado estragos a su alrededor,que Jane había cerrado el portal pero olvidó algo y que se alegraba de que yo no estuviera aquí para presenciarlo.

Lo abracé con fuerza y me disculpé una vez más. Había sido erróneo,y estúpido, haber creído qué la única persona que había tenido problemas era yo cuando claramente no era así.

—Posiblemente me odies y lo entiendo—. Murmuré con pena.

—No digas tonterías,ven aquí—. Palmeó al costado de su cuerpo y yo bajé de su regazo para acomodarme a su lado.

—Steve,te extrañé mucho—.  Dije cerrando los ojos,sintiendo como un la culpa era reemplazada por la calma.

—Valerie,nunca he sufrido por alguien como me ha pasado contigo y si todo ese sufrimiento es el suficiente como para merecerte realmente no me importa. Esperaría por ti hasta que estés lista,incluso si fueran diez años,yo te amo y eso es todo lo que importa—. Habló mirándome a los ojos apenas los abrí,él parecía sentirse más tranquilo que yo contándome como se sentía.

—Steve,sé que nunca te lo he dicho pero no puedo creer que sigas conmigo después de todo. Te amo y no solo por como eres conmigo si no por la persona que eres,el ejemplo que das y como te esfuerzas en ser mejor a pesar de que te tiren abajo. Vales mucho,Steve—. Puse mi mano en su rostro y él cerró los ojos.

—Prometeme que me amarás por siempre y que el único testigo sea esta fría noche—. Dijo cubriéndome un poco con la manta.

—Yo siempre te he amado y siempre lo haré,prometo amarte hasta el día en que muera,Steve Harrington—. Dije mirándolo a los ojos.

—Te amaré hasta que sea el último hombre en pie, Valerie Johansen—. Besó mi frente y nos tapó a ambos por completo.

Esa fría noche de 1986 nos juramos amor eterno,con el viento como único testigo. Al menos eso creíamos.

Phases« steve harringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora