How to be a Superhero 101 [ChanBaek/BaekYeol]

Lección 2: Saber cómo usar sus poderes para el bien

En la fila del banco se hallaba BaekHyun esperando pacientemente aquel día para recoger su primer cheque de pago de su nuevo trabajo.

A sus 26 años, BaekHyun acababa hace un tiempo de graduarse en–sorpresa, sorpresa– su carrera de Letras, por lo cual había aplicado en miles de revistas y periódicos de la ciudad para finalmente pagarse por sí mismo sus cosas.

(Era un cliché que los héroes fueran reporteros, pero sí, por ahora, BaekHyun era un cliché con todo y lentes rectangulares sin notarlo.)

Pertenecía a una familia adinerada, eso era cierto, y bien pudo haber aplicado para el negocio familiar de la investigación científica como su hermano 'adoptivo' SeHun, pero él no quería realmente desarrollarse en el ámbito cuando sabía que no era su pasión y tampoco pensaba aprovecharse más de las personas que hasta ahora le habían dado todo sin siquiera dudarlo un segundo.

Por algo a último minuto presentó el examen para Letras y cuando se mudó a un departamento de soltero en la misma Seúl, con la excusa de 'estar más cerca de su universidad'–aunque sus padres adoptivos solventaron todos sus gastos en lo que pudieron mientras estudiaba–, comenzó a formar su independencia, y con cierto grado incluso buscó trabajos pequeños con los cuales ganarse experiencia en su misma área.

Entonces, no fue tan difícil como se imaginaba el que, al terminar, siquiera una o dos editoriales ya aceptaran sus aplicaciones por el tipo de currículo que había logrado presentar, con lo que BaekHyun aceptó justamente en la de sus sueños: LU World-Wide Media, revista de noticias y espectáculos.

Con eso, poco a poco fue tomando ese papel que tanto deseó para darles sus más sinceros agradecimientos a los Oh por todo lo que hicieron por él, pero ahora era tiempo de que él viviera por sí mismo. Al notar la familia de científicos que ciertamente su 'hijo' tenía lo que todo adulto a su edad necesitaba lo dejaron.

Aunque eso no evitó que su hermano mayor se despegara de su lado. BaekHyun tampoco lo esperaba, buscaba independencia, mas no soledad, y no sabría qué haría si no tuviera a SeHun como su mejor amigo. Patético que su hermano mayor fuera su mejor amigo, pero no era que BaekHyun fuera muy bueno para hacer amigos.

Así que trabajaba en la revista LU, sus padres lo apoyaban, viajaba en autobús y metro, pero tenía el apoyo de su familia: quienes no sabían que su hijo no era precisamente un reportero en LU o siquiera el encargado de corrección.

No todo en la vida podía ser bueno.

BaekHyun era asistente del encargado de corrección de los artículos científicos–lo que se traducía a sacar copias y traerles cafés o bocadillos de medio tiempo a los verdaderos reporteros (cliché)–, a la expectativa de elevar para hacer sus propios artículos y traer ese granito a la ciencia que sus padres tanto buscaban.

Pero no, hoy estaba por recoger su primer cheque por ser el chico de la fotocopiadora y hacer el duplicado de los artículos recién escritos.

Era bajo. Pero de algo se empezaba.

Igualmente, BaekHyun estaba ansioso por recibir ese dinero para llenarse con chucherías en su casa y celebrar su cumpleaños: oh, porque sí, hoy era su cumpleaños.

Bueno, no era su cumpleaños en sí, pero él no recordaba cuándo realmente había nacido al ser tan chico cuando llegó ahí. Ese día era más el aniversario-de-cuando-llegó-a-la-Tierra. Tenía 23 años en la Tierra y, por primera vez, BaekHyun había rechazado celebrarlo con los Oh al saber 1) que sus padres estaban fuera de Corea del Sur por cuestiones de trabajo y 2) seguía intentando crear su independencia en todos los ámbitos.

Incluso en celebrar solo su cumpleaños.

Había cosas que, según BaekHyun, necesitaban ser realizadas al menos una vez en la vida por cuenta propia y en...