6. Lo que se avecina despues de la tormenta.

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El día destinado para la primera cita con el pediatra fue un completo caos. Entre la oficina y el hogar, todo se volvió un poco desastroso.

Primero, Hyungwoo tuvo que llevar el auto al mecánico, por que se averió de camino al trabajo y Namjoom llego casi una hora tarde.

A eso de las once de la mañana Namjoon estaba atascado aun en la oficina, cuando se suponía que debía llegar a casa a la hora del almuerzo y llevar esa comida Tailandesa que tanto le gustaba a Seokjin.
Y para cuando llego a casa ya eran las doce medio día. Se deshizo de sus zapatos en la puerta y calzó un par de pantuflas para entrar.

Incluso desde la entrada se escuchaba música infantil filtrarse desde la planta superior y las risas del pequeño Hongnam hacían cosquillas en el pecho de Namjoon aun cuando ni siquiera estaba cerca.

El moreno subió las escaleras a toda prisa, con ansias de ver a su pequeño cachorro y claro también a su perfecto y guapo asistente. Tan solo unos horas fuera de casa y ya estaba desesperado por verles. Namjoon no tenia idea de como había vivido tanto tiempo sin esos dos chicos cerca.

Al llegar a la habitación de Hongnam, Namjoon no pudo evitar sonreír ampliamente  cuando aprecio la tierna escena que se desarrollaba frente a sus ojos.

Seokjin mantenía a Hongnam en brazos  mientras cantaba a todo pulmón y bailaba unos de los soundtracks de la película favorita animada de Hongnam. Namjoon rio silenciosamente, apoyado contra el marco de la puerta y disfruto de el momento hasta que la canción terminó.

Cuando la canción finalizó, Seokjin salto del susto, sorprendido al escuchar dos fuertes aplausos llenar la habitación. Otra canción empezó a reproducir en medio del silencio, mientras un sonrojado Seokjin miraba a su jefe.

-Amm.. yo- dijo Seok entre tímido y avergonzado, sin tener una idea de donde debía mirar cuando Nam lo miraba con una expresión divertida.

- Fue un gran show, lamento no haber estado presente durante todo el acto- Namjoom se acercó a ambos chicos aun con música infantil resonando por toda la habitación. Y sin siquiera pensar antes en la proximidad al rostro de Seokjin, se inclino y colocó un beso en la coronilla de Hongnam.

Se alejó lentamente al sentir el aliento de Jin despeinar levemente su cabello. Sus rostros estaban demasiado cerca, tanto que la respiración de ambos se entremezclaban entre si. Y los labios de Jin  se le antojaban terriblemente deliciosos a Namjoon.
Hongnam emitió un balbuceó e inmediatamente ambos saltaron lejos sintiéndose algo torpes y fuera de lugar.

-Traje algo de esa comida Tailandesa que tanto te gusta. Probablemente tendrás que recalentarla-volvió dos pasos hacia Seokjin, pero este retrocedió algo nervioso, tratando de poner distancia. Namjoon se echó a reír después de unos segundos en shock y volvió a dar otro paso- ¡Por Dios! me siento tan torpe- confesó Nam y aprovechando el echo de que Jin estuviera allí estático, tomo a Hongnam en brazos- Me llevo al cachorro para que puedas comer en paz...

-Uhh... si claro- Seokjin aun no sabia donde diablos mirar. También se sentía tonto y mientras su jefe continuaba riendo, seguía sin saber que hacer con sus manos.
Cuando Namjoon salió de la habitación, el castaño sintió un gran alivio. Como si pudiera respirar de nuevo. Se sintió tan tonto como nunca lo había echo en su vida, y eso le hizo sentir avergonzado también.Cubrió su rostro con ambas manos abochornado y fue directo a su habitación.

Para cuando ya era hora de irse, Namjoon tomo a Hongnam en brazos, ambos ya listos para visitar el doctor. Padre e hijo llevaban camisas a juego, de color marrón. Al llegar a la puerta frontal de la casa, Namjoon miro sorprendido a Jin, esperándoles allí con la pañalera colgando del hombro.

Inmarcesible [NJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora