Inmarcesible [NJ]

9.¿Una cita?

El fin de semana Hongnam no paraba de decir que queria ir de compras. Aún cuando era sábado y su padre se encontraba enrrollado en las frazadas, el niño no se cansaba de saltar sobre la cama. Al final, el moreno tuvo que levantarse y poner todo en orden para salir con su cachorro.

Resulta que el chico queria comprar "artículos necesarios" para su nueva mascota. Así que Namjoon tuvo que conducir hasta el centro comercial a las siete de la mañana en sábado.

Al entrar a la tienda de mascotas, el menor no paraba de saltar emocionado y mirar todas las cosas del lugar. Eso le daba mas vida que culquier otra cosa al mayor. Ver a su hijo feliz, siempre seria la mejor experiencia de su vida, las carcajadas llenas de diversión siempre sería la mejor sensación que sentiría Namjoon.

-¿Papi, crees le guste a Bronto?- preguntó el niño con ese tono dulce que utilizaba cuando de verdad algo le daba curiosidad, mostrandole a su padre un hueso de esos de goma que chillan.

-Le encantara cachorro, te lo aseguro- dijo el alto, ya un poco cansado de haber estado tanto timpo en ese lugar. Solo soportaba todo por que estaba con su cachorro y pasar tiempo con el era algo que simplemete no tenía precio. Pero llevaban al menos media hora allí y el menor no se decidía a por algo.

Cuando por fin se decidió, Namjoon se encontro llevando un carrito con varios articulos extraños que ni siquiera Hongnam tenia idea de su utilidad. En el mostrador, cuando ya estaban pagando, el vendedor les ofreció una regalia por la cantidad de articulos que se llevaban a casa y ambos chicos estuvieron de acuerdo en llevar otro paquete de alimento para el canino.

-Disculpe ¿de que raza es su mascota?- pregunto el joven chico tras el mostrador, para así encontar el alimento correcto.

-Es un dinosaurio señor- contesto Hongnam sonriendo, antes de que su padre dijera nada. El niño se sentia orgulloso de su mascota, era genial  ver la reacción de todos los adultos cuando lo decía, pues todos se quedaban sin habla-Un brontosaurus señor.

-Oh ya veo- sin saber que decir el chico le dio una extraña mirada a Namjoon, quien reía divertido ante la expresión del pobre chico.

-Un samoyedo- susurró el moreno inclinandose para que Hongnam no le escuchara. No sería él el que le destruyera las iluciones de tener un dinosaurio a su cachorro. Además era solo un niño, y no le haría nada de mal soñar por cuanto timpo lo creyera así.

De camino a casa, pasaron a Starbucks por algo de desayuno para llevar. Lo comerían junto con Jin en casa. Hongnam bajo del auto en el momento en el que llegaron, corriendo escaleras arriba, en busca de su  dinosaurio que dormia plasidamente a los pies de un lindo castaño. Pues resulta que al final a Bronto le agrado mas Jin que cualquier otro de la casa.

Mientras tanto, Namjoon bajaba todas las bolsas del auto con dificultad. Tratando que el frapuccino no hiciera un desastre al caer o que la tarta de chocolate de Hongnam no se pegara a la bolsa. Cuando pensó que estaría a salvo, llegando casi a poner el desayuno sobre la mesa, Bronto paso pitando por los pies de Namjoon, entorpeciendo su camino a tal punto que perdió el equilibrio con tanta bolsa y la tarta de chocolate callo al suelo con todo y su envoltorio. Por suerte tenía envoltorio.

Escucho la risa ronca de Jin llegar de algun lugar, a la vez que recogía el pastel del suelo. Cuando alzó la mirada, sonrió de puro plaser de ver a Jin bajar las escaleras, con el cabello desordenado, usando esa pijama rosa pastel que tonto le gustaba a Namjoon. Dejo el pastel de lado y alcanzo el frapuccino para llevarlo hasta Jin.

-Traje tu favorito- Jin se vio a si mismo algo sorprendido, pues jamas creyo que Nam prestaría atención a ese tipo de cosas, menos saber cual tipo de bebida era su favorita. Lo tomo con la mano temblorosa y le dio un sorbo. Dejando que el dulce sabor se colara por su garganta. Antes de siquiera poder darle las gracias a Namjoon, el alto chico se acerco y sin previo aviso unió sus labios. Y lo que mas tomo por sorpresa a Jin fue cuando el moreno lamio su labio inferior y succiono sin vergüenza alguna- Si, es dulce- dijo con una sonrisa al separarse. Jin se echo un poco hacía atras, conmocionado por el acto y Namjoom solo acarició la mejilla caliente de Jin cuando un rubor las cubrió haciendole ver tan hermoso y adorable a los ojos de Nam.