Inmarcesible [NJ]

10. Chocolate

Antes que nada necesito hacerles esta ADVERTENCIA. Esta parte contine una temática BDSM muy leve, por si no lo quieren leer.

Al llegar al restaurante, Namjoon salió del auto con prisa y con paso rápido, se dirigió al lado del pasajero, para abrir la puerta para Seokjin. El castaño sonrió y bajo del auto con gracia, cuidando de no caer y hacer el ridículo.

Tener a Namjoon, comportandose tan atento y con toda su atención en el, le daba mil años de vida a SeokJin, pero le ponía extremadamente nervioso también. El quería ser atento con Nam también, quería demostrarale todo lo que sentía por el y que llevaba escondiendo hace tanto tiempo. Pero no tenía idea de como acercarse, se sentía torpe cada vez que lo hacía.

En la recepción del carísimo restaurante, el moreno mostro al comensal su trajeta de miembro del lugar y el muchacho los llevo a la terraza, a una mesa privada, solo para ellos dos. La vista era hermosa, no tenía idea de que existía ese tipo de restaurante cerca de Seúl. Probablemente jamás podría llegar a pagar ese lujo para si mismo, asi que Seokjin simplemente se decidió a apreciar la vista y disfrutar del momento, sin reprocharle a Nam por gastar dinero en el o concentirlo demasiado, por que sabía que Namjoon solo tendria un argumento tan bueno que no podría discutirle.

-¿Te gusta?- Namjoon recargo sus codos en el barandal, al igual que el castaño que se encontraba mirando el paisaje que les ofrecía la oscura noche de Seúl. Jin asintio, sin mirarle pero el menor pudo persivir una de esas hermosas sonrisa del chico-Quería que fuera algo especial y para serte sincero tenía mucho miedo de que te sintieras incomodo...Me alegra que te guste- Seokjin por fin se giró, y esta vez Namjoon pudo ver esa hermosa sonrisa que antes solo imagino.

El mayor se acerco y planto un pequeño beso en los labios ajenos, en forma de agradecimiento para luego encaminarse a la mesa y tomar asiento. Con una sonrisa satisfecha, el moreno le siguió, tomando asiento frente a Jin, quien ya se encontraba leyendo la carta del menú.

Namjoon le miró atentamente, mientras Jin repasaba la carta unas cuantas veces, sin decidirse por algo. Probablemente sobrepensandolo por el alto costo de toda la comida que ofrecía el lugar. Ahora parecía algo incomodo, y era lo que menos quería el moreno.

- Todo es carísimo Nam. Bien podríamos haber cosinado juntos en casa... solo contigo a mi lado hubiera sido perfecto- un sonrojo carmesí cubrio las mejillas del castaño y Namjoon solo sonrió. Jin siempre había sido una persona tan hermosa para el, pero ese día se había vestido con un traje completamente azul de seda y una camisa celeste a juego, hasta habia peinado su cabello hacia atras, tan sexy. Lucía fenomenal, y el moreno solo intentaba mantener sus manos para si mismo y controlar algo que cresia continuamente dentro de su pantalón.

- Si quieres podemos ir a casa y llevar algo para comer alli, pero en realidad seria una tonta escusa para tenerte a solas...- como si fuera posible, el rostro de Jin se coloreo esta vez de un intenso rojo y dejo escapar un risita nerviosa. Namjoon se inclinó en la mesa y dejo que sus ojos vagaran por todo lo que alcansaba a ver del cuerpo de Seok.

- Eso me gustaría más que estar aquí atrapados. Esto no es lo mío-dijo el mayor en voz baja, a lo que el pelinegro dejo escapar una risa divertida.

-¿Seguro quieres ir a casa?- preguntó Nam poniendose de pie para acomodar su traje. Jin sonrio esta vez, entre coqueto y altanero, retando completamente al menor con una mirada llena de picardía. Antes de que su corazón cambiara de opinión, Jin tomó la mano de Joon y sin mucha paciencia lo apuro a llegar a la salida, donde Namjoon compró algun licor caro.

Ya en el auto Jin parecia extrañamente callado y demasiado nervioso para el gusto de Nam. Queria aligerar el ambiente, asi que el moreno estiro su brazo y tomo la mano del mayor, acariciando el dorso para tranquilizarle.