El Amigo De Mi Novio ( Michael Clifford )

Capítulo III

Desperté con los ojos hinchados, lloré toda la noche mientras recordaba las mismas escenas pero en vez del morocho era el rubio quien dominaba todo mi cuerpo.

Golpeé la cama con rabia y frustración, que mierda esta pasando con mi mente, ya no sé qué es lo que quiero y eso me mata.

Se supone que no debería de dudar, tendría que ser fácil escoger a Kyle y listo.

No es la primera vez que me pasa, antes he tenido dudas pero siempre escojo a mi morocho.

Pero el hijo de puta de Michael tenía que cambiarlo todo, el malditamemte sexy hijo de puta.

Sonó mi celular, tome el aparato que estaba sobre la pequeña mesa junto a mi cama.

 Un mensaje de Kyle

 ''amor, paso por ti en una hora mas,

no sabes cuantas ganas tengo de repetir lo de anoche

 Suspiré, no podía ver su rostro y decir ''te amo'' como si nada hubiera pasado, necesitaba juntarme con el rubio para hablar, quizás así aclarará un poco las cosas

 Respondí el texto de mi morocho

 ''moreno, lo siento pero creo que estoy enferma,

prefiero no salir por hoy :c''

 ''esta bien preciosa'', concluyó mi novio

 Respiré hondo, las lágrimas querían salir nuevamente sin ninguna razón

 Marqué el numero de mi amigo con un fuerte sentimiento de arrepentimiento

 -Hola pequeña- contestó del otro lado

 -Mike? hola, necesito que nos juntemos

 -¿qué pasó?, ¿quieres que vaya a tú casa?

 -no, prefiero que nos juntemos en tú casa- dije cortante

 -esta... bien- respondió con un poco de inseguridad

 -te veo en una hora rubio- terminé la llamada, espero que lo que estoy a punto de hacer sea lo correcto

 Salí de la bañera, me vestí con un pantalón rasgado, mis bototos negros y una simple sudadera.

 .....

 -Mikey!- grite ya al frente de su casa.

 -Hola Sam, entra, Mike esta en su habitación.

 -gracias Karen- respondí a la madre del rubio.

 Caminé por el largo pasillo hasta la puerta negra con algunos golpes de puños marcados.

 -Mike?- toqué la puerta.

 -pequeña- Mikey me abrazo como nunca antes, sus brazos no me dejaban escapar, mi rostro estaba totalmente hundido en su pecho haciéndome sentir su aroma único, me sentía protegida como si nada malo en el mundo pudiera ocurrir en cuanto los dos estemos juntos.

 -Mike- suspiré, el rubio me soltó y camino dentro de su pieza.

-te dije que no me dijeras Mike- se acercó a mí- a menos que...

 Me senté en la cama evitando el beso, mire las fotos y pósters pegados por toda la pared, la ropa esparcida por el piso y la guitarra que estaba en una esquina.

 -Mike yo...

 -whiskey?- interrumpió el rubio.

 -esta bien- quizá un poco de alcohol me ayude